Jorge
Ordóñez jugó en el equipo de
Reserva el año pasado. En el 2017 llegó
a primera. Foto: Juan Ruiz/ API
Tito Manjarrez, presidente de El Nacional, visita con más frecuencia los entrenamientos del club en el complejo El Sauce, en Tumbaco. El plantel rojo atraviesa un momento crítico en el campeonato.
Manjarrez y el Directorio lo admiten: es la peor campaña de inicio en la historia del club, en un torneo local. El equipo de los puros criollos no logra un triunfo en las cinco fechas jugadas en el campeonato. De los ocho partidos (dos de Libertadores y un amistoso) que ha jugado en este año, no ha ganado ninguno.
En cuatro meses, el rojo pasó de los aplausos por su clasificación sorpresiva a la Libertadores a la preocupación por su rendimiento actual, que lo ubica en zona del descenso. “Es innegable el mal comienzo, pero el año pasado también decían que íbamos a pelear la categoría. Hay que tener paciencia y fe que el equipo se va a recuperar. Hemos tenido problemas en defensa”, dijo Manjarrez.
El entrenador Eduardo Favaro y la directiva coinciden en que la salida de seis titulares de la nómina del año pasado influye en la crisis actual. Se fueron a México el lateral Aníbal Chalá y el volante Christian ‘Diablito’ Lara, y se pasaron de Tumbaco a Sangolquí Adrián Bone (golero), Felipe Mejía, Michael Estrada y Jánner Corozo.
Los tres últimos fueron los goleadores del año pasado.
Con el plan de manejar el club con una ‘economía de guerra’, según Manjarrez, solo se contrató a seis jugadores, ninguno catalogado como figura del mercado local. Llegaron, entre otros, Jonathan Borja, Johan Padilla, Félix Borja y Carlos ‘Pichón‘ Quintero.
La directiva detalla que el presupuesto de este año es similar al del 2016. Es decir, cerca de USD 5 millones. Allí se incluye el pago de deudas pendientes. El déficit del club supera los USD 4 millones. La eliminación de la Libertadores le representó una pérdida de USD 2,8 millones por premios y taquillas.
Antes de firmar la renovación del contrato, el DT Favaro pidió sostener la base del equipo. Sin embargo, eso fue imposible. “Lamentablemente está desmantelado. Estamos sin arquero, sin lateral izquierdo, sin un buen volante. Ojalá esto sea temporal. Es muy difícil estar en esa situación”, manifestó Jorge Yunda, expresidente civil del equipo militar.
El Nacional 2017 tiene 35 jugadores inscritos en la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). El uruguayo Favaro pide paciencia a la hinchada, porque la mayoría del plantel es joven. Y tiene razón. El promedio es de 23 años. Quintero (34 años) y el ‘Canguro’ Borja (33) son los de mayor experiencia en la plantilla.
Ante los reclamos de más contrataciones, la directiva ha buscado alternativas. Sin embargo, hay pocas opciones. Manjarrez admite que intentaron contratar a Hernán Lino, delantero de la Selección Sub 20 de Ecuador, pero el futbolista tenía ofertas del exterior y solo podía quedarse hasta junio.
Otras alternativas han sido difíciles por el tema económico. Las inscripciones en la FEF se cierran el 24 de marzo. La política de la actual dirigencia es respetar el principio de tener solo futbolistas nacionales en sus filas y no extranjeros.
Favaro defiende su proyecto y a los juveniles, pero al problema futbolístico se suma otro: el distanciamiento que hay entre la hinchada y la directiva.
Yunda cree que la eliminación de la Copa y el hecho de haber esperado una hora y media al Tucumán causaron el enojo de los hinchas. Eso desbarató la estrategia de trasladar los partidos de local al estadio Gonzalo Pozo, en el sur de Quito, en las primeras fechas del torneo.
El plantel, los directivos y los hinchas confían en la recuperación frente Macará, el domingo, y luego ante Clan Juvenil.