Hernán Barcos (izq.) es la contratación más costosa de los albos en este año. Ha marcado cinco de los ocho goles con la ‘U’; Marcos
delpadre (centro)
. El zaguero paraguayo fue contratado por Aucas. Ha jugado ocho partidos este año. Félix Borja (der.) El delantero llegó al club este año. Fue uno de los refuerzos en el ataque. Ha marcado un gol en ocho juegos. EL COMERCIO
En los últimos seis años, los clubes de Pichincha no levantan trofeos en la Serie A. Deportivo Quito, el último campeón del fútbol capitalino (en el 2011), intenta sobrevivir y no desaparecer. Ahora juega en la Segunda Categoría.
Aucas, el ‘Ídolo’ quiteño, tampoco logró sostenerse en la Serie A. Tiene una estructura institucional débil y las pugnas dirigenciales lo han perseguido. En la última década ha deambulado en la series A, B y también en la Segunda.
LDU y El Nacional, con 10 y 13 títulos, en ese orden, están entre los últimos del torneo 2017. Ambos tienen pocas posibilidades de ganar la primera etapa y lograr un cupo a la final.
A pesar de las millonarias inversiones, los dos planteles atraviesan una crisis de resultados y problemas de financiamiento en sus presupuestos.
Mañana se enfrentarán con la misión de no ser últimos en la tabla de posiciones. “La crisis que atraviesa el fútbol quiteño es el reflejo de la hiperinflación que hubo. Se pagaron sueldos millonarios y eso debilitó a clubes como instituciones. Crecieron los déficits y es imposible armar buenos equipos y con competitividad”, analizó Ramiro Montenegro, expresidente de Aucas.
El ejemplo que mejor grafica la reflexión del exdirectivo es el Quito. En tres años, entre el 2008 y el 2011, logró tres campeonatos, pagando salarios que llegaron a los USD 35 000, pero quedó con un déficit que bordea los USD 20 millones, según un balance de la directiva de Santiago Ribadeneira.
Producto de las deudas y las malas administraciones, la ‘AKD’ descendió a la Serie B y terminó en la Segunda. Estuvo al borde de la desaparición y cada semana logra acuerdos para evitar la liquidación.
Jorge Burbano, expresidente chulla, coincide que en la última década se dispararon los sueldos, aumentaron los saldos en rojo y eso afectó a la competitividad de los equipos.
Los mejores futbolistas optaron por irse a planteles que ofrecen mejores salarios, como Barcelona Sporting Club y Emelec. Montenegro considera que el apoyo del Estado ha influido en el aspecto financiero de las instituciones.
Uno de los clubes que en los últimos dos años arma planteles sin figuras es El Nacional. Los criollos no son campeones desde el 2006. “Tratamos de trabajar con jóvenes y con los futbolistas que se ajustan a nuestro presupuesto”, dijo el presidente Tito Manjarrez.
El Nacional tiene un déficit que supera los USD 4 millones, acumulado en los últimos cinco años. Dentro del presupuesto del 2016 y de este año se destinaron rubros para pagar deudas. No ha podido contratar figuras y se eliminaron los millonarios salarios.
Por ejemplo, en el 2011 Marwin Pita llegó a ganar USD 40 000. Ahora los salarios en el club oscilan entre USD 3 500 y 5 000.
Los militares se clasificaron a un torneo internacional después de cinco años, pero fueron eliminados en la primer fase, por Atlético Tucumán.
El presupuesto de este año ha sido cercano a los USD 5 millones. En promedio, han contratado entre ocho y 10 futbolistas al inicio de cada año.
Una situación similar vive LDU. Los albos llevan siete años de una sequía de copas locales e internacionales. El 2015 perdieron la final ante Emelec y las participaciones en las copas Libertadores y Sudamericana han sido flojas.
Esta temporada, la ‘U’ hizo una millonaria inversión para pelear los primeros lugares. Con un presupuesto de USD 11,2 millones se contrató a figuras como Hernán Barcos.
El contraste de esa realidad es Católica e Independiente del Valle. Este último ha recaudado más de USD 6 millones en la venta de jugadores, luego de jugar la final de la Libertadores.