Cristhian Noboa (6) de la selección de Ecuador pelea el balón con Renato Tapia (13) y Edison Flores (20) de la selección de Perú durante el partido del grupo B de la Copa América Centenario. AFP
Christian Noboa extendió los brazos y luego apretó el puño tras anotar un gol con la Selección, ante Haití. Antes de ese partido, anotar un gol con la Tricolor en la Copa América Centenario era su desafío pendiente.
¿Desafío? Sí. Al guayaquileño, de 31 años, solo le faltaba festejar una conquista, puesto que en el control y en la recuperación de la pelota es el más destacado. Es el que más pases precisos (120) y más recuperaciones del esférico (13) acumula entre los tricolores, tras los tres partidos de la fase de grupos del torneo que se disputa por primera vez en Estados Unidos.
“Se lo merecía hace tiempo. Fue un golazo”, dice Luis Fernando Saritama, quien fue su compañero durante el proceso de clasificación al Mundial de Brasil 2014, conducido por el
DT Reinaldo Rueda.
Para anotar ante la Selección caribeña, Noboa controló el balón con el pecho y luego definió con la pierna derecha, como si fuera un centrodelantero, posición a la que no está acostumbrado.
Él brilla más desde el centro del campo, donde siempre está pendiente para arrebatarles el balón a los rivales o para decidir, en cuestión de segundos, cuál es el mejor compañero ubicado. Es el dueño de la pelota en la Tricolor.
En sus inicios en el fútbol no era así. Tenía una gran técnica y precisión en los pases, pero no contaba con suficiente movilidad para recorrer toda la cancha, algo que le restaba influencia en el juego, asegura Juan Ramón Silva, estratega uruguayo que lo tuvo en las juveniles de Emelec.
Ecuador se clasificó a los cuartos de final
La transformación llegó con el paso al balompié europeo. El ecuatoriano emigró a Rusia en el 2006, para vincularse al
Rubin Kazan. Y luego de tres años se convirtió en un jugador más completo. Pasó de ser un volante que solo distribuía pases y creaba opciones de gol a también marcar y desplegarse intensamente durante los 90 minutos.
Silva recuerda que el guayaquileño le confesó que en Rusia le dijeron que debía llegar al área de su equipo y a la rival con la misma rapidez durante todo el encuentro. De lo contrario, no iba a tener espacio para ser titular.
El ‘Zar’, como empezaron a decirle algunos aficionados por su marcha a Rusia, cumplió la tarea. Así, asumió la cinta de capitán del Rubin Kazan, equipo que llegó a derrotar al
FC Barcelona en una edición de la UEFA Champions League.
A la par del fútbol, aprendió ruso y portugués. Se casó con la rusa Olya Romanova y formó una familia. Ya lleva nueve años en Europa.
Silva dice que el guayaquileño mejoró mucho en su juego. “Siempre fue un jugador frío para dominar los aspectos del juego. Pero en Europa pulió sus virtudes. Ahora, lo veo entre los mejores futbolistas ecuatorianos”.
Noboa empezó a ganarse un espacio en la Selección tricolor en marzo del 2009, cuando anotó el gol que le otorgó un empate angustioso a Ecuador sobre Brasil, en el Atahualpa. Entonces, el plantel era conducido por el DT Sixto Vizuete.
Gustavo Quinteros, actual DT de Tri, lo considera uno de los líderes del plantel. Y lo demostró al entregarle la cinta de capitán en el amistoso ante Estados Unidos.
El seleccionado es optimista en la Copa. “Podemos llegar hasta donde nuestra cabeza se convenza. Somos buenos jugadores y tenemos buen equipo”.