En 28 partidos del torneo, El Nacional ha recibido 44 goles. Su arco es el más castigado en el fútbol ecuatoriano con un promedio de 0,63 anotaciones por cotejo.
Es decir, que en cada jornada, es casi seguro que el cuadro militar vea inflar las redes de su portería, pese a que cuenta con Adrián Bone, el tercer golero de la Selección y, a priori, uno de los arqueros más importantes del torneo local.
La estadística no le es ajena al técnico Octavio Zambrano, quien tiene el diagnóstico y ahora busca soluciones a dicho problema: “Tenemos que mejorar defensivamente, el equipo tiene que recibir menos goles”, les repite continuamente a sus jugadores en los entrenamientos que, en gran parte del tiempo, son reservados para la prensa y el público en general.
Zambrano prefiere trabajar a solas con su equipo y abrir las puertas del complejo en los últimos minutos del juego, una vez que ya repasó con los jugadores los movimientos tácticos que pretende de ellos en cada partido.
Ayer, cuando las puertas se abrieron, el equipo titular estaba en la cancha en una práctica formal de fútbol ante los suplentes: tres trabajadores del equipo fungían como árbitro y jueces de líneas.
Los dos asistentes de líneas agitaban unas chillonas camisetas verdes para señalar faltas o posiciones adelantadas.
El Nacional se enfrentará mañana en el Atahualpa con Deportivo Quito, un equipo que comparte miserias similares a la de los criollos en este año: en ambos planteles no hay dinero, la crisis golpeó con fuerza y las plantillas tienen pesos plumas y pocos nombres con jerarquía.
El duelo enfrenta a dos fuerzas parejas y con urgencias similares: alejarse lo más posible de las posiciones de descenso y mantenerse en la media tabla. Hasta el momento, las dos escuadras cumplen el objetivo: los criollos son séptimos con 37 puntos en la tabla acumulada y los chullas son octavos con cinco puntos menos.
“Será un juego parejo, los dos equipos necesitamos ganar, pero seguramente tendremos nuestras precauciones y luego atacaremos”, dice el volante militar Tito Valencia.
En la era del DT Zambrano, la prioridad del equipo es cuidar el orden defensivo, blindar la retaguardia y luego atacar en bloque con jugadores que tocan el balón de primera como Franklin Guerra, Tito Valencia y el goleador del equipo y figura emergente, Alejandro Villalva.
“El profe lo que busca es que juguemos, que nos asociemos, que lleguemos tocando al gol”, cuenta Guerra, segundo capitán del equipo.
En los últimos cotejos en Quito, El Nacional es un equipo que sorprende con un planteamiento que parece conservador: el equipo hace lo que los DT llaman presión media (esperar al rival en medio campo, cediéndole la iniciativa).
Para jugar con el Quito, la alineación es: Adrián Bone; Jorge Valencia, Geovanny Caicedo, Javier Quiñónez y Roddy Zambrano; Guerra, Marwin Pita, Villalva, Valencia; Pablo Palacios y Felipe Mejía.