Julio César Domínguez debutó en la banca de suplentes del Deportivo Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
El defensa paraguayo Julio César Domínguez se estrenó en la banca de suplentes del Deportivo Cuenca. Siguió de cerca el empate 1-1 registrado la noche de este viernes 20 de febrero entre su equipo y Liga de Quito.
Domínguez estuvo concentrado en el compromiso, que tuvo acciones de peligro en ambas áreas y que contó con la presencia de más de 16 000 espectadores en el estadio Alejandro Serrano Aguilar.
Su tristeza en su mirada aún era evidente, parecía que buscaba respuestas al deceso de su hijo de ocho meses, Bastián Nicolás, ocurrido el jueves pasado en el Sanatorio La Costa, en Paraguay. El pequeño pasó algunos días en terapia intensiva por un cuadro de septicemia (presencia y crecimiento de gérmenes en la sangre).
Domínguez, con permiso de la dirigencia y del cuerpo técnico, estuvo junto a su hijo en los momentos críticos. Tras el fallecimiento del bebe, el futbolista de 22 años retornó a Cuenca con su esposa y el lunes pasado retomó los entrenamientos. Durante la semana, todos sus compañeros y cuerpo técnico lo animaron.
El defensa guaraní lo único que espera es estar al mismo nivel físico del resto del plantel. El médico del club, Vicente Brito, contó que no ha tenido ningún problema con los 2550 metros de altitud de Cuenca.
Según Paúl Vélez, técnico del conjunto azuayo, “a pesar del dolor que sufrió por la muerte de su bebe y a su corta edad, Domínguez es un hombre maduro y de carácter fuerte”. Su aspiración es que supere el momento crítico para contar con él como titular.