Deportivo Quito ganó 3-2 a Liga de Loja y pelea la permanencia en la Serie A. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
Cuando el técnico Carlos Sevilla dejó la dirección de El Nacional y asumió la del Deportivo Quito, dijo que le sacaría provecho a la trayectoria de los más experimentados.
Tras la salida de 16 jugadores a causa de la crisis económica que agobia al plantel chulla, el estratega finalmente ejecutó su palabra y dio total apertura a los delanteros Christian Lara y Walter Calderón. Después de disputar varios cotejos y de ser criticados por distintos sectores por que supuestamente ya están ‘veteranos’, ellos se convirtieron en las figuras del encuentro al anotar los goles que le permiten al Deportivo Quito mantener las esperanzas de permanecer en la Serie A.
Ayer, después de un juego sufrido por las arremetidas de los futbolistas lojanos, Deportivo Quito derrotó a Liga de Loja por 3-2.
El juvenil Jairon Bonett abrió el marcador al minuto 12, después del primer gol de Liga de Loja, convertido al minuto 11. Lara anotó al 43, después de un tanto de Julio Ayoví, que llegó al 30′; mientras que ‘Mamita’ Calderón sentenció el juego a favor del Quito al minuto 22 del segundo tiempo. Tras esa anotación, el espigado delantero se arrodilló y miró al cielo.
Después se paró para celebrar discretamente con sus compañeros en el centro de la cancha. La hinchada que llegó al estadio para alentar al equipo y que soportó la llovizna durante todo el cotejo, en cambio, estalló de felicidad.
Después de tanto sufrimiento, Calderón finalmente los tranquilizó. Y el DT Sevilla, aunque modestamente, también se sumó a esa alegría. No abrazó a ningún jugador, ni a Lara cuando fue reemplazado al minuto 46 por Allister de Jesús. Él reservó esos afectos para entregárselos a sus pupilos al final del cotejo. Solo allí dejó su paraguas de color negro y levantó sus dos brazos, en señal de triunfo.
La sufrida victoria del conjunto chulla fue celebrada como una final por jugadores, hinchas, cuerpo técnico y directivos, pues el Quito se juega aún algo que podría ser más importante que un título: su permanencía en la categoría de Privilegio.
El fantasma del descenso precisamente molestó a los hinchas que semanas atrás amenazaron a los deportistas. Ahora, los tres puntos obtenidos en el estadio Olímpico Atahualpa le permiten sumar 45 puntos en la tabla acumulada y escalar al puesto 10, dejando atrás al Manta con 43 puntos y al Olmedo, que se quedó con 42 puntos.
La última fecha, sin embargo, será la que defina la permanencia del Quito en la Serie A. Para el siguiente cotejo, el DT Sevilla tendrá que realizar alguna variante en la defensa, pues ese fue el talón de Aquiles del conjunto chulla.
Los dos goles del cuadro lojano llegaron por fallas y desconcentraciones en última línea. También tendrá que recuperar a Édison Vega, quien estuvo en la banca de suplentes, para generar mayor movilidad en la media cancha. Además de los errores de los defensores, al Deportivo Quito le hizo falta a ese capitán que suele perseguir al rival hasta recuperar el balón. Según el diagnóstico del médico, Vega se recuperó de su golpe y habrá que ver cómo reacciona esta semana para que pueda ser tomado en cuenta por el DT Sevilla.
Tras el pitazo final, Vega, precisamente, fue uno de los jugadores que más eufórico lució. Él, aunque no jugó, sintió la adrenalina del partido. Al final, salió satisfecho por el resultado. En días atrás, él y Calderón anunciaron que dejarían “todo” en la cancha para alcanzar los tres puntos.
La victoria, además de darle tranquilidad al equipo, al menos por unos días, también permitió que la hinchada se rencilie con los jugadores. Eso se evidenció al final del encuentro, cuando los aficionados despidieron a los deportistas con cánticos y aplausos.