La marca que ejercen las seleccionadas nacionales sobre sus rivales es una de las mayores fortalezas de Ecuador. A esa conclusión llegó Oswaldo Álvarez, técnico de la Selección de Brasil, después de analizar el juego del rival de mañana.
Ambas selecciones, precisamente, se enfrentarán en la fase final, desde las 18:10, en el estadio Rumiñahui de Sangolquí. Antes, a las 16:00, jugarán Colombia frente a Argentina, en el mismo escenario.
La delegación brasileña llegó a Quito el domingo y se hospedó en el hotel Plaza Caicedo, en el norte de la ciudad.
Ayer, por la mañana, recibieron masajes en las piernas, después almorzaron y descansaron para reponerse del viaje. En la tarde, cumplieron con su primera práctica en la capital.
Eligieron el complejo de Tumbaco, donde se entrena El Nacional, para elaborar la estrategia con la que enfrentarán a la delegación ecuatoriana, dirigida por Vanessa Arauz.
En ese entrenamiento, la pupilas de Álvarez calentaron durante 20 minutos, después, hicieron fútbol divididas en dos grupos.
El conjunto que podría ser titular en el juego frente a Ecuador trabajó con chalecos de color blanco, mientras que el equipo alterno lució camiseta verde.
Pasaron cinco minutos y Fabiana, una de las titulares, salió de la cancha tras sufrir una contractura.
Es por eso que el DT esperará el informe del médico para definir su alineación titular. La jugadora recibió atención médica e inmediatamente fue trasladada al hotel.
La práctica de fútbol duró 45 minutos. Allí, el estratega brasileño les pidió mayor control de balón y desfogue por las bandas. En el ataque jugó con Andressa Alves, una de figuras de la Selección verdeamarela.
Tras culminar ese ensayo, el entrenador les pidió permanecer en la cancha para trabajar en la definición. Las tres goleras se alternaron en la portería para detener las llegadas de la mediocampista Cristiane y de la delantera Alves.
Al final, el DT las felicitó por su trabajo, pero les pidió cautela para enfrentar a Ecuador, a la que considera una de las mejores selecciones del certamen.
“Por algo llegó a la final”. Las jugadoras hicieron eco de aquello y dijeron que no se consideran favoritas para ganar el título, a pesar de ostentar cinco trofeos de Copa América.
“Ecuador juega bien”, comentó Mónica, una de las jugadoras brasileñas. Al ser consultada sobre las falencias de Ecuador, la futbolista contestó “eso nos guardamos para nosotras”.
Tras la pitazo final, las deportistas recogieron sus maletas y subieron al bus que las moviliza en Quito.
En la tarde tenían previsto recibir más masajes y cenar. Es prioridad para el estratega que sus jugadoras descansen el mayor tiempo posible.
Hoy, la Selección brasileña tiene previsto ensayar en la cancha alterna del complejo de Tumbaco, a puerta cerrada.
El entrenador no quiere cámaras, pues quiere mantener en secreto los movimientos que ejecutará en el encuentro de mañana.
En la tarde, volverán a revisar videos del juego de la Tricolor ecuatoriana, que ayer trabajó en la Casa de la Selección. El entrenamiento del combinado ecuatoriano se retrasó por la fuerte lluvia que cayó en el sector de Monteolivo.