Christian Ramírez quiere ganarse un puesto en la Selección ecuatoriana. Foto: Archivo
Entrevista con Christian Leonel Ramírez, jugador del Ferencváros, de Hungría. El futbolista nació en Santo Domingo, el 12 de agosto de 1994. Tiene 21 años y forma parte de la Selección de Ecuador.
¿Qué fue lo más difícil durante los cuatro años que tiene en Europa?
Las experiencias de cuando llegas a un país nuevo. El tema de la comida y el idioma siempre es lo más complicado. Es difícil adaptarte a las características del juego europeo, pero es un reto que se debe superar cuando uno quiere triunfar.
¿Ha tenido llamados para volver a jugar en el país?
Mi representante se ocupa de esas cosas. Yo estoy al margen de eso y solo me preocupo por mi trabajo. Creo que sí hubo acercamientos de clubes de acá. Mi prioridad es seguir en Europa. No quiero dar nombres, pero agradezco a quienes se interesaron.
¿Hasta cuándo tiene contrato con su club?
Mi contrato es hasta el 2018. Hay posibilidades de salir siempre que trabajas bien. Estoy tranquilo porque siempre se pueden abrir las puertas.
¿Qué tan competitivo es el fútbol de ese país?
Como en toda Europa, es muy difícil. Hay muy buenos jugadores y un alto nivel de preparación. Obviamente no se puede comparar con potencias como Inglaterra, Italia…
¿Cómo califica sus actuaciones en Hungría?
Hice una campaña bastante buena, este año ganamos todo con mi club (Ferencváros). Quedamos campeones de la liga y la copa, podemos clasificarnos a la Champions League. Por esas razones estoy aquí ahora, buscando un espacio.
¿Cómo tomó su primer llamado oficial de parte del entrenador Gustavo Quinteros?
Estoy contento y agradecido con Dios por esta oportunidad. Para mí es satisfactorio, porque es el fruto de mi trabajo. Solo queda esperar el debut en la Copa América, mi objetivo es estar a la altura del reto.
¿Había conversado con el entrenador Quinteros antes de que se oficializara la lista de convocados?
Yo ya estaba en Guayaquil entrenándome. Había conversado con el entrenador, pero no sabía que estaba entre los 23 definitivos. Cuando escuché la lista fue una gran alegría, hablé con mi familia y todos estaban contentos.
El DT Quinteros lo visitó el año pasado. ¿Por qué su convocatoria se da recién ahora?
Meses atrás, el entrenador me visitó, conversamos y me vio jugar. A lo mejor mis condiciones no eran necesarias entonces. Las oportunidades llegan en cualquier momento y uno debe aprovecharlas, el llamado llegó ahora y eso es lo importante.
¿Será difícil ganarse un puesto en la Selección, donde competirá con Walter Ayoví, capitán y referente?
Vengo a trabajar, a competir y a apoyar a mi Selección. Todos somos el mismo país y tenemos el mismo objetivo. Uno nunca termina de aprender y ahora me toca aprovechar porque tengo por delante a un referente, el capitán…
Es un orgullo.
¿Usted estaría dispuesto a cambiar de banda para poder ganar un puesto?
Jugaré donde quiera el entrenador, aunque solo jugué dos partidos por derecha, en toda mi carrera. Mi posición es por izquierda y me manejo muy bien por ese costado. Soy titular en mi equipo y creo que me he destacado en una liga muy competitiva.
Al DT Gustavo Quinteros le gusta la presión alta. ¿Está preparado para ese sistema?
Ahora estoy adaptado a un sistema en el que los laterales atacamos mucho, así es en mi club. Allá nos exigen que seamos ofensivos. También nos piden que colaboremos en las coberturas. El fútbol europeo es muy ofensivo, creo que podré adaptarme a lo que quiere el DT.
¿Cree que Ecuador pueda destacarse en la copa?
Queremos hacer quedar bien al país, tenemos una gran Selección y lo más seguro es que tengamos resultados positivos. En el fútbol nada está dicho, pero confiamos en hacer un buen papel.
Quinteros y los dirigentes de la FEF hablan de cambiar la historia copera. ¿Eso los presiona?
No me siento presionado, más bien estoy comprometido. Tengo claro lo que quiero dar, lo que quiero aportar. Estamos mentalizados en cambiar la historia en la Copa América, sabemos que antes nos fue mal, pero ahora tenemos la oportunidad de cambiar ese saldo negativo.