El 'Pichón' Carlos Quintero empezó a hacer goles en el servicio militar

Carlos Quintero con su hijo Derian en el campo de entrenamientos de El Nacional en Tumbaco. Foto: Carlos A. Rojas/ EL COMERCIO

Carlos Quintero con su hijo Derian en el campo de entrenamientos de El Nacional en Tumbaco. Foto: Carlos A. Rojas/ EL COMERCIO

Carlos Quintero con su hijo Derian en el campo de entrenamientos de El Nacional en Tumbaco. Foto: Carlos A. Rojas/ EL COMERCIO

El goleador Carlos Quintero, futbolista que se hizo delantero en el servicio militar, aún no ha podido anotar con la laureada e histórica camiseta de El Nacional en el torneo 2017.

"En Gualaquiza, en el Oriente, fui parte del equipo en el cuartel y ahí me hicieron delantero", recordó el guayaquileño al final de la práctica en Tumbaco, el 8 de marzo.

Conocido como 'Pichón' en el fútbol local, Quintero se animó a acudir al servicio militar por petición de su madre y porque le aseguraron que podía jugar a la 'pelota'. De eso, unos 15 años atrás.

Fue así que se colocó el uniforme, se cortó el cabello y recayó en el cuartel de Gualaquiza, en Morona Santiago. Allí empezó a destacarse por su goles. Antes se había consolidado como lateral y volante. "Cuando regresé a Rocafuerte lo hice como delantero", reiteró el deportista que en la temporada 2016 convirtió 23 anotaciones con Mushuc Runa. Por esa destacada actuación las puertas del 'Bi-tricampeón' se abrieron para él en este año.

Los puros criollos no empezaron bien el campeonato 2017 y están últimos con solo dos puntos en cinco partidos. Han marcado tres goles y han recibido nueve.

Por eso el 'Pichón' quiere empezar una nueva racha goleadora para ayudar al equipo, uno de los más importantes del fútbol ecuatoriano, a subir en la clasificación. "Trataré de anotar la mayor cantidad de goles. No se me ha dado aún, pero sé que anotaré.

Cuando lo haga se lo dedicaré a Dios, a mí y a mi familia que siempre me ha apoyado", prometió el futbolista de 34 años que de niño jugaba en el "Suburbio Oeste, sector la 25, por la 17 y la L" en Guayaquil.

Él anhela que sus hijos sigan su ejemplo y se dediquen al fútbol, porque "el deporte es algo sano y conveniente para el ser humano. Me siento orgulloso de haber llegado a ser futbolista, porque lo he hecho con esfuerzo, trabajo y mucha decisión".

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