La debacle amenaza a Liga

Liga aumentó su crisis. No hay resultados y la dirigencia se encuentra obligada a rectificar los desencuentros futbolísticos en todos los niveles.

Más allá de su inexperiencia, el DT Gustavo Munúa no entiende al equipo o el equipo no lo entiende a él. Técnico y jugadores semanalmente entregan discursos sostenidos en el compromiso y la enmienda. Solo quedan en anhelos porque los resultados no aparecen y Liga no justifica su alta inversión.

Si al plantel no le calzaron cuatro DT es evidente que algo marcha mal. Al parecer la zona de confort que rodea lo aburguesó.

Rodrigo y Esteban Paz están obligados a realizar cambios acudiendo a su experiencia y escuchando asesoramientos idóneos. El dirigente es nominado para pensar y priorizar la corrección de los más urgentes errores.

Efectuar cambios en el plantel nacional será difícil porque no hay mercado y cambiar los extranjeros exigirá otro lapso de espera hasta la adaptación de los sustitutos.

LDU debe revisar procedimientos de sus dirigentes, asesores, jugadores y cuerpo técnico.

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