Édison Vega, un devoto de la Virgen que cree en la familia y en el fútbol

Édison Vega, jugador de Liga de Quito, después de la práctica del martes 17 de mayo del 2016 en el complejo de Pomasqui. Foto: Carlos A. Rojas/ EL COMERCIO

Édison Vega, jugador de Liga de Quito, después de la práctica del martes 17 de mayo del 2016 en el complejo de Pomasqui. Foto: Carlos A. Rojas/ EL COMERCIO

Édison Vega, jugador de Liga de Quito, después de la práctica del martes 17 de mayo del 2016 en el complejo de Pomasqui. Foto: Carlos A. Rojas/ EL COMERCIO

El volante imbabureño Édison Vega luce un nuevo tatuaje, en gran parte del brazo izquierdo y en honor a su madre.

Las cuatro imágenes que lleva sobre la piel, incluida esta que es la más grande y reciente, muestran su faceta religiosa y de compromiso por la familia.

Cuando se le pregunta las razones por las que eligió ser futbolista responde en última instancia que es voluntad de Dios. Así de creyente es el deportista de 26 años que en la cancha aprieta a sus rivales como un león. Precisamente en la parte interna del brazo, cerca del bíceps, tiene un tatuaje del gran felino africano. Se lo hizo en honor a su hermano menor que es del signo Leo.

También tiene grabada sobre la piel una Virgen Dolorosa (estómago), una frase en la espalda (con Dios todo es posible) y ahora en el brazo el rostro de su madre, unas margaritas, un reloj… "Es mi mamá, que se llama Margarita y por esos las flores alrededor.

Tiene un reloj, porque uno nunca quiere que pase el tiempo para que la familia esté siempre con uno; una flor de loto que termina en el codo, porque me considero así como esas flores que crecen en los pantanos… mi mamá no estaba muy de acuerdo al inicio… pero ella siempre nos ha apoyado en todo", explica el jugador de Liga de Quito.

La Virgen también ha marcado su vida. En el colegio salesiano Sánchez y Cifuentes hizo una promesa antes de graduarse. Además, fue bautizado en la "Basílica de la Dolorosa, allá en mi barrio, en Ibarra… soy muy devoto y mi hermano también tiene un tatuaje de la Madre… cuando llegué acá el primer día me topé con una Virgen de La Dolorosa que hay al entrar a la cancha y me llenó de emoción… en Liga respetamos las diferentes religiones que hay dentro del equipo, tanto cristianos como católicos".

El volante pasó por Espoli, Ibarra FC y por el Imbabura Sporting Club, donde llegó a ser capitán. De ahí fichó por Deportivo Quito y más adelante por Barcelona Sporting Club. Ahora, con la ‘U’, ha jugado 11 cotejos en esta temporada. "Gracias a Dios he podido defender a clubes que han sido campeones y con historia, como Deportivo Quito, Barcelona SC y hoy en Liga, el único equipo ecuatoriano campeón de América y eso es una gran satisfacción… quisiera jugar afuera y vestir la tricolor".

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