Máximo Banguera ataja el balón en un entrenamiento de su equipo en la cancha alterna del estadio Monumental, en Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
Máximo Banguera levantó el ánimo de sus compañeros con salsa choque y reggaetón. El portero del Barcelona Sporting Club es uno de los más animados en el camerino y quien encabezó el repunte de los canarios, que ganaron sus últimos tres partidos.
Este Diario pudo conocer, mediante uno de los miembros de utilería, que antes del cotejo ante Deportivo Cuenca, el 15 de marzo, el golero se reunió con el equipo en el camerino para conversar sobre las cinco derrotas consecutivas, que tenían hasta ese momento.
Esa semana, Banguera llegó a las prácticas escuchando salsa en su auto, a todo volumen; con su celular llevaba la música hasta el camerino, donde bailaba y bromeaba con sus compañeros. Pedro Velasco era uno de los que lo secundaba.
La buena vibra del arquero del cuadro canario contagió a los jugadores, que lograron un triunfo ante los morlacos 2-0. Tres días después vencieron al Atlético Nacional 3-2, en Medellín, Colombia, por la Copa Libertadores. Y anteanoche golearon 6-0 a Mushuc Runa.
Paúl Alarcón, preparador de arqueros del conjunto torero, destaca la importancia de Banguera en el camerino. “Es un gran profesional, nunca se sobra en los buenos momentos, ni se derrumba en los malos ratos”, mencionó.
Pese a las críticas de la prensa y las burlas a escala mundial por simular un desmayo para evitar su expulsión, en la Copa Libertadores, el portero decidió ser el abanderado de la levantada de su equipo. Alarcón destacó la fuerza emocional de Banguera, que tomó las burlas como un elemento positivo para despertar la alegría puertas adentro.
Ahora los desmayos son clásicos en el portero. Además de bromear con eso en redes sociales, festejó así cuando le atajó un penal a Félix Borja el miércoles. Ely Esterilla lo secundó después de marcar el tercer gol de ese partido. Ambos se acostaron en el césped, ante las risas de sus compañeros.
El uruguayo Andrés Lamas es uno de los jugadores que se contagió del buen humor de Banguera. Él le gasta bromas a Andrés Frezzotti. El argentino se hace un moño con forma de cebolla para sostener su cabello y ese es el punto en el que se centran las burlas del charrúa.
Banguera también influenció a Tito Valencia, que asistió a Ismael Blanco en el cuarto gol torero ante los ambateños. Ese partido marcó el regreso titular del jugador, que había recibido pifias de la hinchada barcelonista durante el partido ante Independiente del Valle, en febrero pasado.
Valencia contó que tras ese partido uno de los que se acercó para darle ánimos fue el portero canario. “Yo sabía que esto es así, cuando estás bien te alaban y cuando estás mal te critican, pero es importante tener compañeros, que te ayudan a salir adelante”.
Banguera no quiere conversar con los periodistas por ahora. Ayer salió de la práctica sonriente y dijo que después hablaría con los periodistas, antes de subir a su vehículo y firmar autógrafos en las camisetas de aficionados que llegaron al estadio Monumental.
Otro de los que evita hablar con los periodistas es el DT Rubén Israel, solo lo hace en las ruedas de prensa al final de los partidos. Las tres victorias consecutivas de su equipo lo mantienen firme en el cargo y sostienen su argumento de que “el equipo está mejorando”.