Foto satelital del estadio Maracana en Rio de Janeiro. Foto: AFP
El gobierno del estado de Rio de Janeiro fue condenado a pagar indemnizaciones a 4 968 proprietarios de asientos vitalicios del estadio Maracaná, a quienes se impidió asistir a partidos de la Copa Confederaciones y de la Copa del Mundo de fútbol en Brasil.
El fallo judicial otorga a estos propietarios 10 000 reales (USD 3 200 dólares) por “daños morales”.
Pese a haber comprado asientos vitalicios, que pasan de generación en generación, y ayudaron a financiar la construcción del mítico estadio inaugurado para la Copa de 1950, estos propietarios no tuvieron derecho a asistir al partido amistoso Brasil-Inglaterra durante la inauguración oficial del estadio en 2013, después de las obras de modernización, ni a las disputas de la Copa de Confederaciones en junio de 2013, para que la FIFA pudiera vender más entradas.
Este estadio legendario, que recibió las finales de las Copas del Mundo de 1950 y 2014, acogerá también las ceremonias de apertura y cierre de los Juegos Olímpicos de Rio en 2016. Su renovación para el Mundial-2014 costó cerca de 500 millones de dólares.
La demanda judicial fue presentada por un grupo de cinco propietarios insatisfechos con la indemnización previa recibida sólo por “daños materiales” . El juez la extendió a los demás propietarios, que suman casi 5.000.
En un fallo previo, la justicia había condenado ya al gobierno estatal de Rio a pagar 4.480 reales (1.432 dólares) a cada propietario por no haber podido usar sus asientos para la Copa del Mundo, el monto equivalente a siete entradas para ver los juegos del Mundial-2014 en el Maracaná.
Hoy en día, el Maracaná recibe los partidos de clubes de primera división como el Fluminense, el Flamengo y el Botafogo, que disputan el campeonato carioca.