Camerino visitante del estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Boca Juniors decidió llegar a Quito la noche del lunes 19 agosto del 2019. Lo hizo para estar con tiempo para el partido de este miércoles 21 de agosto ante Liga de Quito, en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Será el cotejo de ida, por los cuartos de final de la Copa Libertadores y está programado para las 17:15, en Ponciano.
Este será un juego de alta tensión con un debate instalado de por medio y vigente casi siempre que hay este tipo de juegos: la altitud. Los argentinos aplicaron un plan llamativo para contrarrestar los efectos de la altitud. Llegaron con 72 horas de anticipación a la capital. Fue un itinerario muy distinto a los que han seguido tanto selecciones como equipos argentinos, brasileños, paraguayos, chilenos…
Cuando es casi una costumbre que todos lleguen a Guayaquil y viajen a Quito el mismo día del partido, Boca decidió patear el tablero y seguir una ruta diferente. Viajó directo a Quito con un pendiente rondando su cabeza: los 2 850 metros sobre el nivel del mar. Cada vez que vienen equipos argentinos o brasileños siempre hay un pedido curioso: oxígeno en el camerino.
Los estragos de jugar en la altitud de Quito
Los estragos al jugar en los 2 850 metros de altitud de Quito. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Los estragos al jugar en los 2 850 metros de altitud de Quito. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Los estragos al jugar en los 2 850 metros de altitud de Quito. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Imagen con un tanque de oxígeno en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Los estragos al jugar en los 2 850 metros de altitud de Quito. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Los estragos al jugar en los 2 850 metros de altitud de Quito. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Los estragos al jugar en los 2 850 metros de altitud de Quito. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Camerino visitante del estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Camerino del visitante en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Los estragos al jugar en los 2 850 metros de altitud de Quito. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Uno de los expertos más conocedores del tema altitud es el preparador físico ecuatoriano César Benalcázar, quien ha estudiado en el extranjero y es un académico del tema. El experto guió a selecciones como Brasil en un plan de adaptación sin que los efectos influyan en el rendimiento deportivo.
El ‘capi’ Benalcázar, como es conocido en el ámbito futbolero, admite que no es lo más recomendable llegar así porque al tercer día siempre los estragos serán más fuertes. En cambio, llegando el mismo día del partido hay otra desventaja, que también se debe saber manejar.
“Existe un 28% de desventaja para cualquier equipo que venga a jugar del llano a la altitud. Quito está a 2 850 metros y por cada 1 000 metros que se sube hay un 10% en desventaja en VO₂ (El VO₂ máx. es la cantidad máxima de oxígeno que el organismo puede absorber, transportar y consumir en un tiempo determinado). Esa desventaja se la siente en el minuto 15 a 20 del primer tiempo o en el minuto 20 del segundo. Eso casi siempre sucede cuando se llega el mismo día del partido”, explicó el ‘profe’. Benalcázar reconoce que venir dos o tres días antes es más complejo en los síntomas que sienten, tal como en el caso de Boca Juniors.
¿Por qué? “Comienza la adaptación fisiológica del organismo, que tiene distintos periodos. El primer periodo es entre el tercer y cuarto día”, dijo. El entrenador de los ‘Xeneizes’, Gustavo Alfaro, admitió -el domingo- en la última conferencia de prensa que el club buscó asesoría para manejar la complicación de la altitud. El ‘profe’ de los bosteros se dio un baño de verdad. “Lo que más complica es la velocidad de la pelota. Pero igual nos asesoramos. Hablamos con preparadores físicos y médicos. Con gente con experiencia en la altura”, dijo el entrenador argentino.
Una de las selecciones que hizo el ejercicio de venir con anticipación a la altitud fue Brasil en las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018. Allí Benalcázar participó en el ejercicio científico. “Ellos vinieron para trabajar en la adaptación mecánica de la pelota en la altura. Estuvieron varios días y manejaron los estragos de otra manera”, puntualiza el ‘capi’.
El resultado fue exitoso. Brasil, con Neymar a la cabeza, ganó con goleada 3-0 en el Atahualpa a la Selección dirigida por Gustavo Quinteros en el partido del 2016. Ahora Boca pone a prueba otro ensayo. Los argentinos llegaron a la capital en un vuelo chárter. Estarán hospedados en el Hilton Colón.
Los estragos de la altitud
-Los estragos que sientes con vómito, falta de apetito, digestión, insomnio.
-Primer periodo: del tercer al cuarto día
-Segundo periodo: quinto y sexto día
-Último periodo agudo: días 16 y 17