El ecuatoriano Francisco Beltrán venció ayer 2-1 al chileno Emilio Romañoles, en la cancha del Cuenca Tenis Club. Foto: Manuel Quizhpe/EL COMERCIO
Después de 125 minutos de juego, Francisco Beltrán ganó al chileno Emilio Romañoles y se clasificó ayer a las semifinales del Open Internacional de tenis en silla de ruedas. El torneo se desarrolla en las canchas del Cuenca Tenis Club y concluirá mañana.
Beltrán, número uno del tenis paralímpico de Ecuador, tuvo que esforzarse al máximo para superar 2-1 al seleccionado chileno. En el primer set ganó 6-3, luego perdió 3-6 y finalmente triunfó 6-4. El tercer set resultó vibrante, pese al calor insoportable (27 grados centígrados de temperatura).
El tenista ecuatoriano tuvo una ventaja ante su adversario: supo controlar sus emociones y siempre se motivó: “Vamos, llega a la pelota, tú puedes”, se animaba. Además, aprovechó con eficacia los errores de Romañoles. Este último, en cambio, no ocultaba su frustración. Golpeó su raqueta contra el piso por algunas ocasiones.
Durante el encuentro, el raquetista nacido hace 37 años en Pasaje (El Oro) y que vive 23 años en Cuenca, recibió el apoyo de sus coterráneos que se ubicaron en los graderíos metálicos. Entre otros estuvo el jefe político de Pasaje, Kleyner Ruilova, quien lo felicitó y se tomó fotos al final.
Beltrán, siembra tres del torneo y ubicado 112 en el ranking mundial, recordó que mañana se cumplirán 12 años del accidente de tránsito que lo llevó a ocupar una silla de ruedas. “Sufrí una lesión medular grave”. Sin embargo, no ha sido un obstáculo para ser seleccionado nacional de baloncesto y tenis de campo.
En la semifinal, que se juega hoy desde las 09:00, el representante ecuatoriano tendrá como rival al colombiano Edwin Mayorga, siembra dos del torneo. Mientras en la modalidad de dobles, junto al chileno Alexander Cataldo, se medían ayer a la dupla integrada por los ecuatorianos Esteban Ortiz y Patricio Olguín.
En otro partido, que duró dos horas y media, la ecuatoriana Carolina Lasso superó 2-1 a su compatriota Alexandra Meza, con parciales de 6-4, 2-6 y 7-4. Meza reapareció en una competencia oficial después de 18 meses de ausencia, tras superar su etapa de embarazo, parto y posparto.
Durante el encuentro, la tenista colombiana Zuleiny Rodríguez se encargó de cuidar a la hija de Meza: Anahí Pincay, de 11 meses. La raquetista de 16 años, quien camina con piernas ortopédicas, llevaba a la bebé de un lado a otro para que no llorara. Después de una hora se quedó dormida.
Rodríguez jugó ayer con la peruana María Castillo y la ganó 2-0 (6-3 y 6-2). La tenista caleña nació con una malformación congénita en los miembros inferiores y por eso le amputaron las piernas cuando tenía un año y dos meses. Desde entonces usa prótesis. Primero practicó natación, luego baloncesto, pero finalmente se enamoró del tenis de campo.
La colombiana agradeció a Dios por la oportunidad que tiene de salir a otros países, gracias al tenis de campo. “Me ha ido bien gracias a Dios, he tenido la oportunidad de viajar dos veces a Brasil”. Es su tercera experiencia internacional y su primera gira por Ecuador.
En otra cancha del Cuenca Tenis y Golf Club, el chileno Alexander Cataldo demostró porqué es el mejor tenista paralímpico que compite en Cuenca. En dos sets venció a su compatriota Enrique Riveros, con parciales de 6-0 y 6-0. Su rival en semifinales será su otro compatriota, Miguel Coronado, quien superó en tres sets al ecuatoriano Esteban Ortiz, con parciales de 6-4, 4-6 y 6-3.
Cataldo, de 19 años, se mostró satisfecho no tanto por victoria sino porque se acopló a los 2 550 metros de altitud de Cuenca. “Agarré ritmo y confianza para los próximos compromisos”. Él se ubica 35 en el ranking mundial y el año pasado fue número uno del planeta en la categoría júnior.
El calor es el principal obstáculo para los tenistas, quienes a cada momento deben hidratarse. También se moja constantemente la cancha.
Según Juan Sánchez, juez principal, los torneos en silla de ruedas tienen dos categorías. La primera es para personas con discapacidad, sean amputados o parapléjicos. La segunda es para quienes sufren problemas para agarrar la raqueta e incluso les dificulta movilizar las sillas. Están en el grupo de cuadrapléjicos.