Felipe Massa no podrá decir que no le avisaron. El piloto brasileño acaba su contrato con Ferrari a final de año y sus superiores le han advertido: será una temporada “crucial”, de redención, en la que se juega seguir de rojo.
Massa estrenó en Jerez el revolucionario F2012 para la nueva temporada de Fórmula 1, a la sombra del líder del equipo, el español Fernando Alonso.
“El potencial (del auto) es gigante. Es un auto muy diferente al del año pasado”, dijo Massa al final de los dos primeros días de prueba con el F2012.
Alonso sostiene la mayor parte de las esperanzas de regeneración en el nuevo proyecto de Ferrari, que no gana el título desde el 2007. A diferencia del español, con el contrato recién ampliado, como ha hecho también la entidad financiera española Banco Santander de la mano del bicampeón mundial, Massa está en el punto de mira.
“Soy optimista, quiero volver a pelear por el título. Ya he demostrado que soy capaz”, dijo el brasileño. Lo demostró en el 2008, cuando fue subcampeón. El 2 de noviembre de ese año, en el último Gran Premio, en Brasil, Massa era campeón durante unos pocos segundos, los que tardó Lewis Hamilton en adelantar al alemán Timo Glock en la última vuelta y lograr los puntos para llevarse la corona.
Desde ese triunfo en Sao Paulo, Massa no se subió más a lo alto del podio. En el 2009, un tornillo suelto, perdido por el asfalto de Hungaroring, le fracturó el cráneo y casi le cuesta un ojo. Regresó en el 2010 a las pistas sin secuelas y ya con Alonso al lado.