Esta categoría del fisicoculturismo conserva las líneas femeninas. Para practicarlo es necesario tener la guía de un especialista.
Un cuerpo de pasarela: tonificado, pero sin tanto volumen muscular, se logra con horas diarias de trabajo y una buena alimentación. A esa imagen, una rama del fisicoculturismo, se la conoce como bikini fitness y solo la practican mujeres.
Esta categoría, que cada vez tiene más participantes, sobre todo en Estados Unidos, mantiene las líneas femeninas, contrario a lo que sucede en el body fitness. En el bikini fitness se busca proporción corporal, sin mucho detalle muscular visible.
En una competencia, el juez califica la prominencia del tren inferior: glúteos, femorales y piernas; estética facial y elegancia al posar. En esta disciplina también influyen, aunque en menor medida, el cabello y hasta la coquetería.
Con el body fitness, en cambio, se busca desarrollo muscular y una buena simetría corporal. En esta categoría se pierde la estética femenina.
La definición de los músculos es visible. Esa es una de las razones por las que las jóvenes se inclinan por el bikini fitness.
Para convertirse en una chica ‘bikini’ lo primero que tiene que hacer es conseguir la guía de un especialista en ese rama, para alcanzar los resultados deseados y evitar lesiones.
Paula Herrera, representante ecuatoriana de esa disciplina, se inició con la preparación de Juan Fernando Paredes, ahora presidente de la Federación de Fisicoculturismo y Potencia.
Lo primero que hizo Paredes, según cuenta Herrera, fue fortalecer el tronco inferior. Después, poco a poco, fue trabajando el resto de músculos, y a los dos meses, la deportista ecuatoriana cumplió con su primera competencia.
El año pasado, después de 365 días de trabajo, se ubicó quinta en el Mundial de Fisicoculturismo y Fitness que se realizó en Morelia, México.
Su presencia en la primera competencia se debió, dice ella, al cambio de hábitos en su alimentación. Empezó a ingerir productos libres de grasa y productos elaborados en centros de comida rápida. A esto se sumó el entrenamiento diario.
Sus trabajos fueron intensos corrobora Paredes, al tiempo que destaca la fuerza de voluntad de su pupila.
El body fitness es un deporte exigente, que requiere mucha dedicación, “pero sobre todo debe gustarte”.
Antes de someterse a la rutina de ejercicios, la deportista debe realizarse un chequeo minucioso, y será el instructor y los resultados médicos quienes le digan si le conviene o no prepararse para ser una chica ‘bikini fitness’.
“Otras chicas podrían tener mejores resultados en body fitness”, cuenta Paredes.
Herrera usualmente se prepara con poco peso, pero lo hace de manera intensa y descansa solo segundos entre una serie y otra.
Ella entrena su cuerpo por sectores musculares, desde los más grandes hasta los más pequeños. “El glúteo, por ejemplo, no es uno solo. Se divide en mayor, medio y menor y hay que trabajarlo por partes”, recuerda Herrera.
El desayuno de la representante ecuatoriana consiste en cuatro huevos, fruta y carbohidratos ricos en fibra.
Durante el día consume ocho litros de agua, mientras que a la media mañana y media tarde come frutos secos o una fruta. Ella prefiere la manzana por su alto contenido en fibra.
Su almuerzo y merienda también contienen proteína, carbohidratos y grasas saludables.
La cantidad de cada alimento dependerá, concuerdan Paredes y Herrera, de la constitución física (talla y peso) de las personas y del desgaste de calorías que tengan al día.