Las denuncias de corrupción rondaron siempre a Joseph Blatter

Joseph Blatter, después de la reunión del  Comité Ejecutivo de la FIFA el  sábado 30 de mayo. Ennio Leanza / EFE

Joseph Blatter, después de la reunión del Comité Ejecutivo de la FIFA el sábado 30 de mayo. Ennio Leanza / EFE

Joseph Blatter, después de la reunión del Comité Ejecutivo de la FIFA el sábado 30 de mayo. El suizo fue a trabajar ayer (3 de junio)  a sus oficinas en FIFA, pese a su renuncia a la Presidencia. Foto: Ennio Leanza / EFE

Joseph Blatter acudió ayer a la sede de la FIFA, fue directamente a su oficina, como en un día normal de trabajo. Un día antes renunció a su cargo, pero su reemplazante debe ser elegido en un congreso por los 209 presidentes de las federaciones asociadas.
La agenda de Blatter se mantiene inalterable. Irá a mirar la final del Mundial Sub 20 que se realiza en Nueva Zelanda y luego viajará a Canadá para mirar los últimos partidos del Mundial Femenino.

El francés Jérôme Valcke, secretario general de la FIFA, dijo sentirse inocente y, por tanto, sin obligación de renunciar, pese a ser identificado como el “alto funcionario” que realizó el giro de USD 10 millones a Jack Warner, quien en el 2008 fue presidente de la Confederación Centroamericana y del Caribe. A cambio dio su voto para que Sudáfrica organizara la Copa del Mundo de 2010.

Jérôme Valcke dejó su cargo como director de Mercadotecnia de la FIFA en el 2006 por un problema entre Mastercard y Visa. Seis meses después, fue ascendido a Secretario General del organismo.

La FIFA reconoció esta transferencia “en el marco del desarrollo del fútbol en el Caribe”, pero defiende que sus funcionarios no están involucrados.

Los votos de África
En el 1998, Blatter tomó la silla principal en FIFA. Desde esa ocasión la votación de los delegados africanos generaron dudas. Cuatro años después, el presidente de la Federación somalí, Farah Addo, denunció que mediante sobornos económicos consiguieron el cambio de intenciones de la mayoría de los representantes africanos. El suizo habría pagado USD 50 000 por cada voto. La FIFA nunca investigó esta denuncia.

La quiebra de ISL
La empresa ISL era una sociedad que administraba los derechos de difusión y mercadotecnia del Mundial hasta que quebró en el 2001.

En el 2010, la justicia suiza encontró que el expresidente de la FIFA João Havelange (1974-1998) y Ricardo Teixeira, patrón de la Confederación brasileña (1989-2012), fueron sobornados con USD 1,5 millones y USD 1,3 millones, respectivamente, para dar contratos de televisión por el Mundial. El caso fue archivado.
La investigación del comité de ética de la FIFA, donde participaba el paraguayo Nicolás Leoz -presidente de la Confederación Sudamericana (Conmebol) entre 1986 y 2013- también descartó el asunto.

Expulsión de Bin Hamman

El catarí Mohammed bin Hamman, presidente de la Confederación Asiática (AFC), fue rival de Blatter durante el proceso electoral del 2011. La comisión de ética abrió un expediente en su contra bajo la sospecha de que compró votos en la Confederación de América del Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf).

El 27 de mayo, días antes de la elección, Bin Hamman abrió un proceso contra Blatter. Un día después, el catarí presentó su renuncia a la contienda.

Blatter fue absuelto de todos los cargos, mientras que Bin Hamman fue encontrado culpable y expulsado de por vida.
En julio del 2012, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) anuló la sentencia por falta de “pruebas directas”, pero Bin Hamman volvió a ser expulsado a finales de ese año por malversación de fondos en la AFC.

Mundial de Qatar
En el 2010, dos funcionarios de la FIFA -el tahitiano Reynaldo Temarii y el nigeriano Amos Adamu- fueron suspendidos temporalmente del organismo debido a sospechas de corrupción para atribuir los mundiales del 2018 y 2022.

En diciembre del 2010, Qatar fue la sede escogida para el Mundial 2022. La prensa lanzó acusaciones de corrupción.

En julio del 2012, se abrió una investigación sobre la selección de las sedes para los mundiales de Rusia y Qatar. El estadounidense Michael García, exfiscal de Nueva York, estuvo a cargo del caso.

En noviembre del 2014, Hans-Joachim Eckert, presidente de la cámara de enjuiciamiento del comité de ética de la FIFA, dijo que el informe de García reflejaba “comportamientos dudosos”, pero que no se cuestionaba el proceso de atribución. El exfiscal denunció que el informe se publicó incompleto y presentó su renuncia.

Warner, otra vez
Para el 2006, Jack Warner vicepresidente de la FIFA, resultó beneficiado por las ventas de boletos para el Mundial de Alemania y aunque el organismo supuestamente hizo una investigación, no hubo pruebas concluyentes sobre Warner.

Luego, Lord Triesman acusó a Warner de pedir dinero para la construcción de un centro educativo en Trinidad, y comprar derechos televisivos del Mundial 2018 para Haití. Warner comprometió su voto a favor de Inglaterra como sede del Mundial. Waner fue exonerado, pero renunció en junio del 2011.

Ofensiva estadounidense

El miércoles de la semana pasada, Estados Unidos giró una orden de aprehensión contra 14 funcionarios de la FIFA por casos de corrupción y sobornos desde la década de 1990.

Las acusaciones del Gobierno estadounidense incluyeron atribución de los Mundiales, de derechos de comercialización y de televisión, así como fraudes, estafas y lavado de dinero.

La Fiscalía suiza se incautó de documentos en la sede de la FIFA en Zúrich, bajo sospechas de “lavado de dinero y gestión desleal” en la atribución de ambas copas del mundo, que aún son investigadas.

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