El matador José Mauricio vuelve a triunfar y convencer en la Plaza Monumental México

Un hondo y expresivo derechazo de José Mauricio a quien debieran abrírsele muchas puertas en los estados. EFE

Un hondo y expresivo derechazo de José Mauricio a quien debieran abrírsele muchas puertas en los estados. EFE

Un hondo y expresivo derechazo de José Mauricio a quien debieran abrírsele muchas puertas en los estados. EFE

La valerosa, torera y fresca puesta en escena de José Mauricio le valió otra puerta grande el domingo 22 de diciembre del 2019.

La Plaza Monumental México fue el escenario del triunfo por partida doble y a semana seguida de este torero que había permanecido olvidado por algún tiempo.

Pero su triunfo no es obra de la casualidad. Para nada. Priman la constancia y la afición.

Se lidió un encierro serio, bien presentado de Montecristo, de variado juego; destacó el lote de José Mauricio y el tercer toro, que dio opciones.

Fermín Rivera contó con un lote sin mayores prestaciones pero el público de la capital pudo ver la resolución, oficio y empaque de este buen torero de dinastía. Dibujó algunos pasajes estimables y una media verónica digna de cartel.

José Mauricio fue gran protagonista de la tarde, llegaba a esta corrida de toreros mexicanos triunfadores de la primera fase de la Temporada Grande, con un éxito sonoro. Pero esos triunfos hay que refrendarlos y allí es donde muchos toreros fallan ante los públicos siempre exigentes, mucho más cuando los diestros exhiben los pergaminos de sus triunfos recientes. José Mauricio no se amilanó. Sacó la torería por sus fueros, toreó con buen tono y concepto, temple y buen trazo con verónicas con el capote de manos juntas y un buen repertorio clásico bien aprendido.

Una espontánea manera de rematar las series con pases de pecho y martinentes y aperturas con los trincherazos de corte muy mexicano. Los doblones finales de su faena fueron espléndidos e inspirados y sus dos buenas estocadas, pese a los defectos de la colocación, pusieron a la plaza en pie y los pañuelos blancos a revolotear para pedir y conseguir una oreja por toro. Tras la lidia de su segundo José Mauricio pasó a la enfermería, puesto que una fuerte voltereta le dejó sin aire, aunque el diestro se resistió a dejar el redondel mientras no hubo de completar su vuelta en medio de las ovaciones.

Juan Pablo Sánchez volvió a mostrar sus cualidades y en una faena derechista aplicó su técnica depurada y temple proverbial ante una embestida humillada para cortar una oreja en el toro que se prestó.

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