Arturo Saldívar cortó dos orejas y fue el triunfador ante un buen toro de Xajay el domingo, en la Plaza Monumental México. Foto: Archivo
Una interesante corrida de toros en la que los mexicanos Fermín Rivera, que sufrió un puntazo en la axila derecha, y Mario Aguilar cortaron una oreja cada uno y Arturo Saldívar, con empaque y buenas maneras, recibió dos orejas del sexto toro de la tarde, por lo que fue paseado a hombros junto con el ganadero Javier Sordo.
La corrida del domingo fue la séptima de la campaña, dentro de la temporada 2014-2015, en la Monumental Plaza México, la más grande del mundo.
Ante una entrada floja de unas 5 000 personas para ver una terna de coletas mexicanos, se lidiaron seis toros del hierro de Xajay, tres buenos, primero, segundo y sexto, este el mejor por su clase y premiado con arrastre lento. El tercero sin ritmo, el cuarto y al quinto les faltó un puyazo y llegaron violentos a la muleta. En su conjunto el encierro ha tenido raza y por ende emoción.
Fermín Rivera vino a confirmar su éxito anterior, con una faena elegante, bien estructurada que caló mucho con muletazos de calidad y buen gusto.
Rivera fue cogido, sufrió un puntazo en la axila derecha, sin verse la ropa, estocada para una oreja muy bien ganada.
Al cuarto toro le faltó un puyazo, en consecuencia terminó áspero y dando derrotes secos.
Muy bien Fermín que finalizó su labor de estocada y descabello, saludos en el tercio.
El segundo torero en discordia era Mario Aguilar, es otro diestro con futuro, con empaque, sensibilidad en el trazo de su toreo de capote y muleta. Al segundo toro de la tarde lo entendió bien y realizó faena que fue de menos a más y toreó con la mano izquierda con profundidad. Mató de estocada para recibir una oreja con petición de otra y bronca al juez de plaza por no concederla.
Con el quinto, que no tenía un pase, Mario Aguilar estuvo dispuesto y con deseos. Mató de estocada y tres golpes de descabello para recibir un aviso desde el palco y silencio.
Arturo Saldívar, con el tercero de la tarde, una res sin ritmo se mostró con empeño para concluir de pinchazo y estocada para silencio. Pero al sexto, el torero tuvo momentos estupendos con muletazos que calaron en el ánimo del público para concluir de estocada, dos orejas que el torero tiró una para dar la vuelta al ruedo a hombros junto con el ganadero Javier Sordo Madaleno. Los tres toreros fueron despedidos con una fuerte ovación.