Pablo Hermoso de Mendoza, el mejor rejoneador de la historia. Foto: AFP
El rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza cortó los máximos trofeos ( dos orejas y un rabo) después de una magistral actuación en la que ratificó su condición de mejor rejoneador de la historia.
En la plaza francesa de Bayona se lidió una buena corrida de Los Espartales. Sus compañeros de cartel, el hispano Roberto Armendáriz y la francesa Lea Vicens lograron cortar una oreja cada uno, dando así una tarde de toros triunfal.
La ficha del festejo es como sigue: Toros de Los Espartales, de buena y seria presencia que, sin embargo, no dieron gran juego y fueron algo faltos de raza. Se destacó en algo el juego de los corridos en cuarto, quinto y sexto lugares.
Pablo Hermoso de Mendoza: ovación con saludos y dos orejas y rabo; Roberto Armendáriz: ovación con saludos y oreja; Lea Vicens: vuelta al redondel y oreja.
La corrida de rejones se celebró con lleno en los tendidos. Antes de empezar el festejo se rindió un homenaje al caballista y figura señera del rejoneo don Ángel Peralta.
La página taurina de Aplausos informaba así del suceso: “Hermoso de Mendoza ha logrado los máximos trofeos del quinto toro de Los Espartales en la corrida que se ha celebrado en la plaza de toros de Bayona, después de cuajar una gran faena. Sensacional el navarro que brilló montando a Habanero y Pirata. En su primero perdió el premio tras emborronar una labor en la
que se lució con Disparate.
Roberto Armendáriz se destacó a lomos de Prometido frente al que hizo segundo. Hubo momentos vibrantes que no tuvieron rúbrica con el rejón de muerte. Al quinto le arrancó una oreja tras lucir de nuevo con Prometido.
Lea Vicens dio una vuelta al ruedo tras pasaportar al primero de su lote. A buen nivel se mostró montando a Bético y Desafío. Sí tocó pelo con el que cerró el festejo en una labor entusiasta y bien recibida por el respetable”.
El portal Cultoro destacó así el desempeño del caballero navarro Pablo Hermoso de Mendoza en Bayona: “Disparate
fue el protagonista del primer acto de la función vespertina en Bayona. Junto a él, Hermoso de Mendoza hilvanó un trasteo meritorio ante un toro nada grato de Los Espartales.
Puso en pie al público francés en arrimones y grandes momentos de toreo clásico. Todo lo hizo a conciencia y con el valor por bandera el navarro, que marró el posible premio con la espada y la tardanza en caer del astado.
La revolución llegaría frente al cuarto, al que logró cortar el rabo tras una actuación cumbre en la que, a lomos de Habanero, logró enloquecer los tendidos galos y hacer de su poderío de clasicismo todo un hito en su actuación.
Fue un gran toro de Los Espartales y el de Estella observó su condición desde su salida, por lo que se entregó el navarro y logró hilvanar pares de frente, banderillas de suprema y pura ejecución y una faena de auténtico libro para convencer a la plaza. El rejonazo final puso en sus manos los máximos trofeos”.
El rejoneador navarro se convirtió en figura del rejoneo, alcanzando la máxima cumbre de la historia conquistó una técnica que aprendió del caballista portugués Joao Moura, con quien compartió escenarios y triunfos.
Antes, toreros españoles a caballo, como Antonio Cañero, los mencionados hermanos Ángel y Rafael Peralta, Álvaro Domecq y Diez y su hijo Álvaro Domecq Romero o Manuel Vidrié alcanzaron altas cotas.
Pero Hermoso de Mendoza tiene un mérito extraordinario no solamente al haber transformado la técnica del toreo a caballo y pisar terrenos comprometidos, aún donde otros no lo habían hecho, sino de sentar una escuela imitada por las generaciones venideras.
Su célebre caballo Cagancho, sus hermanos y figuras como los recordados Batista, Gallo, o Albaicín hicieron historia.
Lo mismo Chicuelo y sus piruetas, Chenel o los recientes caballos Pirata, Disparate. Pirata le hizo un quite providencial en Valencia el viernes, cuando el toro hizo por el jinete y el caballo le emprendió a mordiscos a la res en gesto de valentía.
Hermoso en Francia, como en España y en América, es gran figura del toreo.