Orejas para El Fandi y El Carmelo en Riobamba

El Carmelo en un pase de pecho con Tomatito, el toro de su alternativa en la plaza. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.

El Carmelo en un pase de pecho con Tomatito, el toro de su alternativa en la plaza. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.

El Carmelo en un pase de pecho con Tomatito, el toro de su alternativa en la plaza. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.

Con un gran ambiente y un festejo entretenido la primera corrida de la Feria de Riobamba 2015 se celebró con dos diestros con orejas: David Fandila, ‘El Fandi’ y Diego Gaibor, ‘El Carmelo’, en su tarde de alternativa.

Completaban el cartel Miguel Abellán, que recetó una estocada para el recuerdo y el rejoneador Sebastián Peñaherrera, que dio la vuelta al ruedo y regaló un toro corrido.

Lo primero que hay que apuntar es el marco de público que llegó de varias ciudades del país. Un público generoso y con afán de disfrutar, que no fue interpretado con ese talante por el palco de la autoridad, que toda la tarde negó la petición mayoritaria de trofeos.

Se lidiaron toros de La Viña, para la corrida ordinaria, de justa presencia y decepcionante juego para los aficionados y para el propio ganadero que llegó con expectativas. El toro que abrió fue el mejor por su nobleza y clase. Además se corrieron dos de El Arriero, para rejones, y sobresalió el lidiado en octavo lugar como regalo.

Miguel Abellán pechó con un manso al que le dejó tres pases de trinchera de hermosa concepción y estuvo solvente para resolver la papeleta con oficio. Dejó un estocadón de ejemplar ejecución, precisa colocación y efectos fulminantes.

El madrileño sobresalió en algunos muletazos con la mano derecha pulseando para evitar que el toro toque los vuelos de la muleta. Mató de tres cuartos de estocada y hubo otra petición de oreja.

Sorprendió El Fandi en su saludo capotero al tercero. Zapopinas de bella ejecución, verónicas cocidas con chicuelinas y un lucido quite rematado de rodillas. Con las banderillas levantó a la gente de los tendidos. De rodillas se fue con la muleta y el inicio de faena fue espectacular con derechazos de hinojos ligados con pases de la misma laya de pie. Con el toro en tablas, el diestro desplegó su variedad con circulares y molinetes. Mató de pinchazo y estocada caída que dejó sin premio una buena labor.

El sexto tenía una embestida incierta y se dejó el torero granadino todo su manual de conocimientos para completar un tercio de banderillas tan torero como vibrante que causó el arrebato general.

El toro de la alternativa de Diego Gaibor, ‘El Carmelo’ se llamó Tomatito, de 443 kilos. Salió decidido el torero de la tierra con verónicas genuflexas y de pie y tras un lucido quite recibió los trastos de matador de toros. Brindis al cielo a sus padres y faena emotiva, templada y con buenos momentos. Estocada tendida y oreja con petición de doble trofeo que no atendió el palco. Dos vueltas al redondel.

Con el séptimo el matador riobambeño resolvió una papeleta difícil con solvencia y colocación. Estocada caída.

En cuarto lugar el toro de El Arriero tuvo tendencia a tablas y el rejoneador Sebastián Peñaherrera se lució en el segundo tercio de la lidia en aplaudidas banderillas y piruetas de adorno y quiebros celebrados. Descordó al toro con el rejón de muerte, hubo fuerte petición de oreja y vuelta al redondel.

El rejoneador quiteño regaló un sobrero de muy buen juego al que le hizo una faena alegre y con buenos pares de banderillas, quiebros y banderillas cortas. Tardó en matar y se perdió algún trofeo.

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