Salida a hombros de Antonio Ferrera y Joselito Adame, el domingo en la Monumental. Foto: agencia EFE
Antonio Ferrera colmó el cofre de su arte y sentimiento, indultó un toro y triunfó de modo rotundo el domingo.
El escenario fue nada menos que la Plaza México -la más grande del mundo- a cuya afición cautiva y conquista desde hace tiempo, con la que ha establecido Ferrera un romance sin nombre. En sus últimas tres comparecencias en el coso de la calle de Insurgentes Ferrera se ha ido a hombros y por la puerta grande.
Esta vez compartió honores con Joselito Adame, que había cortado dos orejas. José Mauricio, que recibió una oreja también figura en el cuadro de honor de una corrida que se recordará por tiempos.
Volvía al escenario imponente de la Plaza México la corrida del Estoque de Oro, con seis espadas, que es un festejo organizado por la Asociación de Matadores de México y con carácter benéfico.
Ferrera se convierte en el primer matador español en conseguirlo. El trofeo ha tenido 10 ediciones. Manolo Martínez, Curro Rivera, Mariano Ramos, Joselito Huerta y Manolo Arruza fueron los triunfadores en el pasado.
Con tres cuartos de plaza se corrieron toros de distintas ganaderías. La Joya, (1 y 2), Bernaldo de Quirós, Xajay, reyes Huerta y las Huertas.
Tocayo, de La Joya, marcado con el N° 210 de 480 kilos fue indultado por el maestro Ferrera. El de Xajay, bueno.
Enrique Ponce saludó una ovación por su tenaz insistencia con el primero. Morante de la Puebla sin material fue pitado.
La faena de Antonio Ferrera quedará para los anales. Inspiración, sentimiento, torería a raudales lo muestran en su mejor momento, tras la gran temporada española ratificada ahora en México. Faena sin libreto de clacisismo e improvisación. Indulto y dos vueltas emotivas al redondel.
José Mauricio completó una excelente actuación de clásicas formas y templados muletazos y se llevó una oreja más que merecida luego de rematar una buena temporada en la Plaza Monumental.
Joselito Adame ratificó su sitial en faena enjundiosa y torera. Invitó a banderillear a Ferrera y su hermano Luis David y tejió una excelente y vibrante faena que terminó con dos orejas en sus manos.