La plaza de toros Quito se ha rendido hoy a los pies del valenciano Enrique Ponce, que indultó a un bravo ejemplar de Huagrahuasi en la apertura de la Feria de Quito edición 2011.
Ponce hilvanó una faena fantástica al cuarto, que fue su pasaporte para abrir la puerta grande, en una tarde en la que compartió cartel con granadino El Fandi y el nacional Martín Campuzano, quienes cortaron un apéndice cada uno.
Lo mejor de la tarde llegó con Gobernador, que se entregó en la muleta de Ponce. Su toreo estuvo cargado de suavidad, delicadeza y arte. Sus naturales a pies juntos y el toreo en redondo hicieron delirar a la plaza, que estuvo casi llena.
Con el público ya embrujado y Gobernador que no se cansaba de embestir llegó el indulto en la primera corrida en Quito con la prohibición de dar muerte al astado en la arena, a causa de la consulta del 7 de mayo convocada por el presidente Rafael Correa. De hecho, el público lanzó gritos contra el Alcalde Augusto Barrera, coideario de Correa, al que acusa de no haber defendido la fiesta brava. “¡Qué viva Quito sin Barrera!” fue el grito que se escuchó dos ocasiones contra la primera autoridad municipal del oficialista Alianza País.
En su primero de la tarde Ponce ya había dejado sentado su torería al cortar una oreja a un ejemplar del hierro de Triana. El Fandi cortó una oreja al manso y rajado quinto de la tarde de Huagrahuasi; en su primero fue ovacionado. Cerró el cartel Campuzano, quien cortó una oreja a ley al sexto de nombre Bullicioso, luego de un trasteo importante jaleado por la afición. En su primer enemigo no estuvo a gusto a causa de una molesta ventisca.
Al final del festejo Ponce salió a hombros, abriendo por primera vez en esta feria la puerta grande de Iñaquito