Ambato cerró una excelente temporada taurina con el triunfo de la terna de matadores. Fandiño apunta a figura, Hinojosa es el ídolo local y Samper demostró concepto y arrestos.
El lunes y con cerca de media plaza se lidiaron ocho reses. Un manso de Albaserrada devuelto a los corrales y siete de Campo Bravo, destacó el primero de este hierro, para rejones y los corridos en quinto y sexto lugares, los tres fueron aplaudidos en el arrastre.
Abrió plaza el rejoneador Vicente Arteaga, vio volver al toro primero a los corrales y corrió el turno para contar con un bravo ejemplar que lució en la brega de San Miguel. El montado tuvo una desafortunada actuación y tras una fuerte voltereta quedó lesionado. Cuando estaba a punto de escuchar el tercer aviso entregó sus armas al sobresaliente Iván Reyes que nada pudo hacer pese a intentarlo porque llegó el tercer recado. Los médicos de plaza impidieron salir a su segundo toro al caballista que acusó una antigua lesión de clavícula.
Si Iván Fandiño ya había triunfado en Ambato en los dos años anteriores, esta vez corroboró que puede ser figura grande del toreo.
El diestro de Orduña (País Vasco), brilló al doblarse con el segundo toro de la tarde, toreo con temple y calidad por derechazos y enjundiosos naturales y postura de cercanías de mucha exposición y valor seco cuando el toro apagaba su embestida y tras un desplante cobró una gran estocada. Cortó la primera oreja.
El Quinto de la tarde mostró resabios con el capote y su embestida no prometía mucho, pero el diestro con ciencia y sabiduría fue descubriendo, merced a su temple y buen quehacer, las virtudes del toro que terminó prestándose para el mejor toreo, aquel de concepto clásico, templado, firme y constituyó la mejor faena de la feria con estupendos pases en redondo (derechazos) y naturales preciosistas. Tras cerrar con vibrantes y ajustadas manoletinas la estocada entera y desprendida fue suficiente para alcanzar dos orejas rotundas.
Juan Francisco Hinojosa, de Ambato, ya anunció en el quite por chicuelinas su deseo de triunfar. Se fue de rodillas con la muleta y regaló al público tres series de pases con la mano derecha de temple y buen trazo.
El toro no tenía la misma condición por el pitón izquierdo y apenas la segunda tanda de naturales tuvo quilates y un lindo remate con un afarolado y una trincherilla. Pasado de faena por el deseo de agradar, y tras adornarse, dejó una estocada defectuosa pero efectiva; el palco dio una oreja.
El diestro local de rodillas recibió con una larga cambiada y un buen manojo de verónicas a su segundo al que llevó con el capote de frente por detrás a la cabalgadura y quitó por gaoneras replicadas por Álvaro Samper con delantales. Con la flámula se fue a los medios y tras tres pases cambiados hizo una faena alegre y variada con muletazos entonados y de conexión que especialmente lució en el toreo en redondo sobre el pitón derecho.
Tras el epílogo por alto colocó una estocada tendida tras la cual le entregaron dos orejas que paseó entre grandes ovaciones. Palmas al toro en el arrastre.
Álvaro Samper, de Quito, dio buenas verónicas de recibo a su primero y construyó un trasteo frío, templado y de buen concepto con muletazos sobre ambos pitones que careció de conexión popular. Mató de un pinchazo, una estocada tendida y un golpe de descabello y fue aplaudido.
Samper dio suaves verónicas de inicio y fue aplaudido en el quite replicado por Hinojosa por gaoneras y su contra-réplica la verónica de Samper. Los nacionales saludaron tras los quites.
El quiteño se sentó en el estribo para empezar así su faena de muleta con una gran disposición y deseos de triunfo, tres tandas de calidad y temple con la mano derecha compusieron un trasteo de buen conjunto antes de insistir por el complicado pitón izquierdo y volver a plantar cara por el mejor lado que la res mostraba, metiéndose entre los cuernos para arrancar una nueva serie y rematar la labor con manoletinas, un pinchazo y una estocada delantera. Cortó dos orejas.
Al finalizar el festejo Hinojosa y Samper se fueron a hombros. Fandiño tuvo que abandonar la plaza antes por motivos de sus conexiones de vuelo. El final de fiesta fue entusiasta.
Sebastián Castella recibió el trofeo Virgen La Merced de Ambato. Al final, 12 orejas se cortaron en total en las dos corridas de la feria. El mejor toro fue Mañoso de Vistahermosa lidiado por Diego Silveti.
Castella, el ganador
Cuadrillas. Excelentes puyazos dejaron Hernán Tapia, Braulio Almeida y Carlos Rodríguez. De buena brega San Martín, San Miguel, Milton Calahorrano y Gabriel Caza. Con las banderillas destacaron Antonio Campana y Gabriel Caza, San Martín y El Patatas.
Trofeos. Sebastián Castella fue declarado triunfador por el Municipio y recibió el trofeo Virgen La Merced de Ambato. Igual premio consiguió, en fallo dividido con Juan Francisco Hinojosa, por la estatuilla entregada por la empresa Citotusa. La mejor faena, la de Iván Fandiño, consiguió otra presea.
La mejor estocada fue para Castella que también recibió el premio de Radio Ambato. Hinojosa alcanzó el reconocimiento de la Peña Germán Barona.