La entrega de los toreros salvó la corrida nocturna

Con gran entrega e inteligencia actuó AntonioFerrera que conquistó al público.

Con gran entrega e inteligencia actuó AntonioFerrera que conquistó al público.

El rejoneador Rui Fernandes cortó una oreja simbólica. Igual premio obtuvo Rafaelillo y dos trofeos se llevó Ferrera.

Con tres cuartos de entrada se efectuó la corrida nocturna, el tercer festejo del abono quiteño.

Se lidiaron reses de Santa Coloma y Peñas Blancas de accidentado juego. Colaboró el toro para rejones del primer hierro, del que dos de sus toros lidiados como tercero y tercero bis se inutilizaron durante la lidia, lo que provocó fuertes protestas del público. El cuarto, de Peñas Blancas, se derrumbó tras el puyazo, levantando nuevos reclamos desde los tendidos. La corrida cambió de derrotero desde el quinto toro en adelante y para ello medió la disposición anímica de los diestros. Sobresalió el corrido en sexto lugar, de Peñas Blancas. Varios de los toros demoraron en volver a los chiqueros lo cual quitó continuidad al desarrollo del festejo.

Las protestas por la libertad de la fiesta en su integridad y contra las autoridades fueron ostensibles.

Rui Fernandes, rejoneador de Almada, Portugal, mostró su destreza y habilidad montando a caballos de cuadras asentadas en Ecuador y brilló en la salida con Cigala y en el segundo tercio a lomos de Cisne y Opus. Dos rejones de castigo, farpas con quiebro incluido, par a dos manos y otro de banderillas cortas ejecutados con gran limpieza y brillantez le valieron una oreja simbólica.

El segundo de la tarde y primero del torero de Murcia, Rafael Rubio ‘Rafaelillo’ se defendió, huyó del caballo, provocó un aparatoso tumbo al picador que guardaba puerta y se tornó parado y peligroso. No dio opción al lucimiento.

El segundo, de Peñas Blancas, miraba mucho pero el planteamiento de entrega y disposición de ‘Rafaelillo’ suplió las carencias de la res y sirvió para conseguir algunas buenas series de derechazos jaleadas por el público que agradeció el gesto del coleta. Quien también ensayó el toreo al natural. Oreja simbólica con paseo de cartel con alusiones a la pureza de la fiesta.

Antonio Ferrera, de Ibiza, demostró oficio con el capote en los dos toros de tercer lugar, el de lidia ordinaria devuelto y el sobrero que también se estropeó la mano en la suerte de varas y al que había recibido de entonadas verónicas.

Ferrera recibió al sexto con una larga cambiada de pie, una chicuelina y verónicas pies juntos. Hizo vibrar a la plaza con las banderillas y su salto de remate al colocar los pares y destacó en un quiebro en los medios de espaldas seguido de dos molinillos y un par con arrebato de aplausos y un quiebro en tablas. Con la muleta salió Ferrera con el acelerador a fondo de rodillas, logró entender a la perfección el tiempo del toro, un noble de Peñas Blancas con 588 kilos pero sin fuerza, lo cuidó para que no se le derrumbaba e hizo un trasteo muleteril con pases a media altura rematándolos al final con el engaño arriba ,entre los clamores generales que llegaron hasta solicitar el indulto. La autoridad concedió una vuelta al ruedo simbólica al toro y las dos orejas del mismo carácter al torero que dio triunfal vuelta al anillo.

Curro Rodríguez, de Quito, Ecuador, estuvo voluntarioso con su primero de Peñas Blancas, que rodó por la arena al iniciar la faena de muleta.

El segundo era de Santa Coloma que terminó dejándose torear en un trasteo sin mayor conjunción pero con entrega del diestro nacional que brindó a las reinas de belleza presentes en la plaza.

Por un error de mi entera responsabilidad en las nota publicada en la sección Fiesta Brava, de este miércoles 30 de noviembre, se anunció la celebración de una corrida goyesca y nocturna como sucedió el año pasado. Por eso es necesario aclarar y pido las debidas disculpas por el equívoco y la confusión que pudo haber causado ese artículo entre la comunidad. Además, la nota estaba ilustrada con una foto que no correspondía, puesto que se trataba de una corrida en Riobamba, también nocturna..

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