Capitán es el nombre del sexto toro de la corrida de esta tarde, cuya bravura y nobleza fueron premiadas con el indulto. Este jabonero de preciosa estampa correspondió al ecuatoriano Juan Francisco Hinojosa, que fue volteado feamente al recibirlo a porta gayola.
Tras el susto inicial, el diestro local se repuso y lo toreo de buena manera a la verónica. Desde entonces el toro de la ganadería colombiana de Juan Bernardo Caicedo apuntó sus grandes cualidades: bravura, nobleza y fijeza.
En el caballo empujó con clase y en la muleta acometió con movilidad y codicia. Hinojosa estuvo entregando, dejando ver sus buenas hechuras de torero, aunque todavía sin la madurez necesaria. Al punto que al rematar una de las primeras series por derechazos le perdió la cara a Capitán, que a punto estuvo de prenderlo nuevamente.
Con el público entregado y siguiendo la franela roja una y otra vez, el público pidió de forma unánime el indulto del bello y enrazado toro. Y con el perdón de su vida, Hinojosa se llevó los trofeos máximos de la tarde, en la que compartió cartel con el valenciano Enrique Ponce y el francés Sebastián Castella.
Ponce pechó con el peor lote. El primero se apagó a las primeras de cambio y al segundo le exprimió los únicos pases que tenía por el pitón derecho, cortándo así una oreja.
Castella estuvo entregado. A su primer enemigo lo toreo con cercanías, en una faena llena de técnica y emoción para que el tendido lo premie con una oreja. Su segundo toro no prestó condiciones para el lucimiento.
Tres cuartos de entrada. Enrique Ponce ovación y oreja; Sebastián Castella oreja y silencio; y, Juan Francisco Hinojosa silencio y dos orejas y rabo simbólicos.