El novillero colombiano Juan Sebastián Hernández lidia el novillo ‘Mensajero’ durante la novillada que abre la temporada taurina de la Feria de Cali. Foto: Ernesto Guzmán Jr./ EFE
Con buen pie se inició la Feria Taurina de Cali con una novillada donde el buen juego del ganado y la entrega y deseo de llegar a ser toreros importantes se puso de manifiesto.
El colombiano Sebastián Hernández cortó dos orejas y el mexicano Arturo Gilio se llevó un trofeo pero dejó los pasajes más toreros de la tarde. Actuó también ‘Gitanillo de América’ (hijo), con ganas pero sin sitio ni acople aunque mató con mucha seguridad.
Los novillos de Achury Viejo dieron buen juego, destacando la nobleza de los corridos en primero y segundo lugar y la bravura del tercero y sexto. Unas 3 000 personas en los tendidos.
‘Gitanillo de América’ mostró algunos pasajes de muletazos de mérito entre la buena condición de la res y el viento que molestó, además, le faltó colocación. Una buena serie por el pitón derecho y naturales sin ajuste. Mató con acierto y dejó una estocada algo tendida y entera. Palmas al novillo en arrastre.
En su segundo el colombiano lo recibió con decisión a porta gayola en una larga cambiada seguida de otra, en tablas, chicuelinas y navarras. Logró mejores momentos por la derecha, aunque sin cruzarse y se desconfió al intentar el toreo al natural para insistir por el lado derecho. Estocada entera, delantera y caída.
Muy buena actuación del caleño Sebastián Hernández que recibió a su primero con dos largas cambiadas, verónicas, delantales y caleserinas que entusiasmaron al público. Muy bien Ricardo Santana en banderillas.
Hernández inició su labor con pases cambiados por la espalda en los medios de gran conexión y regaló una faena de extraordinarios derechazos en dos series ante un novillo con clase y que humillaba mucho. Ritmo y temple en los naturales, cierres con dos series circulares de espaldas en medio del entusiasmo colectivo para cerrar con manoletinas. Estocada entera, dos orejas y vuelta al ruedo entre ovaciones.En su segundo el novillero colombiano nada pudo hacer luego de las verónicas de recibo puesto que el burel se paró tras el puyazo.
El debut de Arturo Gilio (hijo) fue excelente. Mostró clase, hondura, firmeza y gran colocación y sentido del toreo, puede llegar lejos. Verónicas de recibo y valientes y seis ajustadas gaoneras con caleserina de remate. Tras un buen puyazo y un buen par de Franco hizo un explosivo inicio de faena de muleta con pases cambiados por la espalda de rodillas y hasta una arrucina.
Una buena serie de derechazos fue el prólogo de sentidas y toreras tandas de naturales de arte y clase que causaron admiración de los aficionados. Tras una fuerte voltereta remató con manoletinas y dejó una gran estocada. Oreja mezquina, puesto que mereció de sobra dos trofeos. Vuelta al anillo y fuertes ovaciones.
Con el segundo de su lote, que dio una cornada a Franco al entrar a banderillear, construyó un trasteo tan serio como hondo con aguante y torería de la cara, prodigándose por derechazos y naturales y por la espada se dejó el que pudo ser otro seguro trofeo.