Felipe Mejía, delantero de El Nacional. Foto: EL COMERCIO
Es Esmeraldeño y tiene 19 años. Felipe Mejía, delantero de El Nacional, es la nueva revelación del Campeonato Ecuatoriano.
Lleva cuatro goles en siete partidos. ‘Felipito’ o ‘Felipao’, como le dicen sus compañeros y amigos, se lució en la octava fecha – de la segunda etapa- en el Campeonato Nacional de fútbol. Marcó tres de los cuatro goles en el triunfo del ‘Rojo’ ante el Deportivo Quito (4-0), el viernes pasado en el Atahualpa.
No es la primera vez que el juvenil que vive en el complejo del club, en Tumbaco, marca un ‘Hat Trick’. En el primer semestre de este año ya lo hizo ante Liga de Quito y Barcelona en el torneo de Reservas.
Mejía llegó desde Esmeraldas, su tierra natal, a mediados del 2012 a probarse en las formativas de los puros criollos. Lo hizo por sugerencia de su amigo Joseph Guagua, también esmeraldeño. Se quedó y convenció. Pasó por las categorías Sub 17 y Sub 18. No era delantero de oficio. Lo probaron como volante. Fue Orlando Narvéz, DT de la Reserva al iniciar este año quien lo ascendió y lo ubicó como delantero. En el torneo de Reserva ha marcado 12 goles.
Cuando Carlos Sevilla dirigía a El Nacional lo miró en algunos entrenamientos, pero le falló el ojo. Públicamente lamentó que no había trabajo en las formativas y que le faltaban delanteros. Sin embargo, cuando el imbabureño se fue del equipo militar se abrió las puertas para Mejía en el equipo de primera.
El miércoles 6 de agosto, Álvaro Proaño y Henry Valencia, entrenadores encargados del equipo le dieron la buena nueva al juvenil: fue ascendido para jugar ante el Deportivo Cuenca. Con un ‘look’ afro se estrenó en ese partido marcando un gol.
Curiosamente, Mejía se volvió a reencontrar con las redes en el partido ante la ‘AKD’ dirigida por Carlos Sevilla. Fue respetuoso. Se acercó a saludarlo antes del juego y en los 90 minutos le amargó la noche a Sevilla con sus tres tantos. Ahora luce otro corte de cabello.
Todos los días habla por celular con su mamá y le cuenta cómo le va. Sueña con mejorar su sueldo que por ahora supera los USD 340. Extraña su sazón, pero está acostumbrado a la disciplina militar que se impone en el complejo El Sauce. Quiere seguir los pasos de Christian Benítez. “Ojalá un día llegue a jugar en Europa”, dice ilusionado.