Cristian Pellerano realiza trabajos físicos durante una práctica. Foto: archivo / EL COMERCIO
Cristian Pellerano creció rodeado de fútbol. Las canchas, los estadios y los complejos de entrenamiento se volvieron parte de su cotidianidad desde que era niño. Heredó su gusto por el fútbol gracias a su padre Roberto, quien también fue jugador profesional.
El ‘Negro’, como lo conocen en su casa, vuelve hoy al equipo titular de Independiente del Valle, que visita desde las 16:30 a Emelec en el estadio Capwell de Guayaquil.
El argentino confiesa que siempre fue mediocampista. No es de aquellos jugadores que fue cambiando de posiciones durante los procesos de formación. Le agarró el gusto a sacar el balón desde el fondo, anticipar la intención del rival, ordenar al equipo y ofrecerse como una opción de pase.
En Independiente del Valle, su actual club, es uno de los hombres de confianza del DT Gabriel Schürrer. El estratega argentino pidió su contratación porque sentía que a su plantilla le hacían falta jugadores con experiencia.
A sus 36 años, Pellerano ha ganado una Copa Sudamericana (con Independiente de Avellaneda) y una Liga de Campeones de la Concacaf (con el América de México).
“Por mi papá, que era jugador, me crié desde pequeño en un club de barrio. Todos los días de la semana jugábamos a la pelota. Lo de ser futbolista es algo que nace por la familia”, dice Pellerano.
En el complejo de Chillo Jijón, en Sangolquí, el mediocampista trata de ser un docente en la cancha. Habla con los más jóvenes y les comparte sus experiencias. Continuamente hace correcciones a sus compañeros respecto a cómo ubicarse, cómo robarle el balón al rival y demás trucos.
“Como pasa en todos los equipos, los extranjeros fueron los primeros en darme la bienvenida. Trato de llevarme con todos y de hablar mucho con los más jóvenes”, cuenta ‘Pelle’. Durante las prácticas, Cristian hace grupo con Maximiliano Barreiro, Juan Pablo Segovia y Richard Schunke. Saca tiempo para bromear con Gustavo Zubeldía, preparador físico del club.
Esta temporada, el mediocampista solo ha jugado cinco partidos, de los ocho que se han disputado. Fue expulsado una vez y suspendido en otra ocasión por demorar su salida del campo de juego.
Sin embargo, es uno de los goleadores de los ‘rayados’. Lleva dos tantos en su cuenta personal. Uno de ellos lo hizo ante Liga de Quito, club donde milita su hermano menor Hernán. Lo celebró frente a él, que estaba en aquel partido en la banca de suplentes.
“Con mi hermano he compartido equipo en una sola ocasión. Fue en el Xolos de Tijuana. Ese año se abrió un cupo de extranjero y se dio todo para que Hernán pueda llegar al club. Fue lindo compartir club, porque se acopló rápido al grupo”, recuerda el futbolista.
Sus compañeros también están a gusto con él. Sebastián Méndez y Bryan Rivera, jóvenes integrantes de Independiente, aseguran que la experiencia del argentino ha sido clave. “Siempre aconseja y motiva y además es un gran jugador”, dice Méndez.
Pellerano vuelve a la titularidad para jugar ante Emelec. El argentino anhela ya no tener más suspensiones en lo que queda de la etapa.