Europa y EE.UU. definen la imagen del nuevo Kia Río

Un diseño exterior más limpio y sobrio es lo que ofrece la cuarta generación de este compacto.

Un diseño exterior más limpio y sobrio es lo que ofrece la cuarta generación de este compacto.

Un diseño exterior más limpio y sobrio es lo que ofrece la cuarta generación de este compacto. Foto: Cortesía Kia motors

Luego de su debut en el Salón del Automóvil de París del 2016, el Kia Río de cuarta generación empezó a llegar a los diferentes mercados donde se comercializa en el transcurso de este año.

Kia Motors Ecuador lo presentó localmente la semana pasada, en el marco de la feria Automundo 2017, y confía en que sus destacadas cualidades se traduzcan en una gran aceptación de los usuarios del segmento B, en el que la competencia entre marcas es muy fuerte.

La propuesta del nuevo Río se resume en tres aspectos: una estética actualizada, una seguridad mejorada y una conducción más confortable y placentera.

Respecto de lo primero, el flamante modelo sigue la tendencia de la industria mundial, que para los ejemplares de este segmento impone líneas más rectas y superficies más lisas, en un claro acercamiento al diseño europeo y, particularmente, al alemán.

El nuevo Río cambia las formas afiladas de su predecesor por otras más convencionales pero a la vez modernas, lo cual le confiere una apariencia más definida y sobria que resulta convincente para un grupo etario más amplio. Gracias a un capó y a un voladizo delantero ligeramente alargados, el nuevo Río tiene una silueta más deportiva y atractiva.

Esta cualidad se acentúa en la variante ‘hatchback’, en la que el parabrisas trasero tiene una posición más vertical. El diseño del habitáculo complementa perfectamente la arquitectura exterior. El panel de instrumentos está dominado por líneas rectas que confieren a la cabina una sensación de mayor amplitud y está orientado hacia el conductor para reforzar la sensación de deportividad que transmite el conjunto.

La colocación del sistema de infoentretenimiento en medio de las rejillas centrales de ventilación, la menor cantidad de botones y perillas para controlar las diferentes funciones y la utilización de materiales agradables al tacto confieren al interior un cierto carácter premium.

Todas las versiones cuentan con puerto USB y entrada auxiliar, que permiten conectar dispositivos externos. Las versiones mejor equipadas pueden incorporar conexión al sistema de encendido por botón, sensores y cámara de reversa, entre otros dispositivos.

La mayor seguridad que ofrece el nuevo Río empieza por la estructura. La carrocería fue construida con un 51% de acero de alta resistencia, frente al 33% del ejemplar de tercera generación.

Esto deriva en un notable fortalecimiento de la cabina de pasajeros, que ahora ofrece una mejor distribución de las fuerzas generadas en un impacto, además de una reducción de peso del 5%.

El modelo cuenta con airbags para conductor y pasajero, barras de protección en las puertas, columna de dirección con sistema de absorción de impacto, frenos ABS y sistema de anclaje Isofix para sillas de niños.

Mecánicamente, el nuevo Río recibe el impulso de un motor de 1.4 litros que es capaz de desarrollar 100 caballos de potencia y 132 Nm de torque. Está unido a una transmisión manual de seis velocidades cuyo escalonamiento contribuye al ahorro de combustible, especialmente en trayectos de carretera.

A la buena respuesta del propulsor se suman elementos tales como el asiento del conductor regulable en altura, la dirección con asistencia electrónica y la configuración de la suspensión (delantera tipo McPherson y posterior semiindependiente con barra de torsión) para hacer de la conducción una experiencia muy placentera en cualquier condición.

El nuevo Río se produce en la planta que Kia inauguró en el estado mexicano de Nuevo León, hace poco más de un año.

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