LeBron James (izq.) alero de Los Ángeles Lakers, pasa al delantero de los Clippers, Kawhi Leonard (centro), durante el partido de la NBA del día de Navidad entre los Clippers y LA Lakers jugado en el Staples Center de Los Ángeles, California, el miércoles 25 de diciembre del 2019. AFP
El 12 de marzo, minutos antes de que los jugadores de Utah Jazz y Oklahoma City saltasen a la cancha del Chesapeake Energy Arena, la organización de la NBA decidió suspender el juego y mandar a los aficionados a sus casas.
El pívot francés Rudy Gobert y el escolta Donovan Mitchell, ambos jugadores de Utah, dieron positivo en las pruebas del covid-19. Desde entonces, la competición quedó suspendida y solo la semana pasada, los dueños de las franquicias y el comisario de la NBA, Adam Silver, encontraron una solución para terminar la temporada y reducir la catastrófica pérdida de USD 1 000 millones por no terminar la campaña.
La NBA se ‘encapsulará’ en el mundo mágico de Disney desde julio, para completar una campaña marcada por reveses económicos. El primer golpe severo a las arcas de la poderosa multinacional se produjo en octubre, por un tuit.
El 9 de octubre, el director general de los Houston Rockets, Daryl Morey, escribió el trino: “Lucha por la libertad , apoya a Hong Kong”, en medio de las protestas de la excolonia inglesa en contra del régimen chino. La declaración sentó mal en el Gobierno de China, que pidió acciones inmediatas de la NBA contra el directivo.
Como tales represalias no llegaron, el gigante asiático decidió bloquear la transmisión de los partidos de baloncesto, que tenían una audiencia de 500 millones de personas en China. Esto generó unas pérdidas calculadas entre USD 300 millones y 400 millones.
La economía de la NBA no podía sufrir un nuevo golpe, según la versión del comisionado Silver y por ello, desde mayo pasado, se diseñó una estrategia para que los equipos puedan terminar la temporada y reducir el impacto de los USD 5 600 millones que se dejan de percibir por conceptos de venta de entradas, patrocinios y mercadotecnia.
Lo que se buscó salvar como máxima prioridad fueron los USD 2 400 millones generados por los derechos de televisión con las empresas ESPN, ABC y TNT.
ESPN y ABC forman parte del mismo grupo, The Walt Disney Company. Por ello, la propuesta de que el torneo se desarrolle en la tierra de Mickey Mouse fue obvia.
La NBA usará el complejo Wide World of Sports, un espacio de 89 hectáreas con tres pabellones deportivos: el HP Field House, de 6 500 metros cuadrados; el Visa Center, en el que se pueden instalar hasta seis canchas de baloncesto, y The Arena, que podría acoger otras seis canchas.
La organización escogió terminar la campaña considerando a los ocho mejores clasificados de las conferencias Este y Oeste. A ellos se sumarán los seis equipos con más victorias, independientemente de su conferencia. Cinco de ellos son del Oeste y solo uno (Wizards) del Este.
Cada equipo jugará ocho partidos de la fase regular y, luego, los ocho mejores de cada conferencia ingresarán a los ‘playoffs’. Se estima que el certamen terminará en octubre.
Los equipos permanecerán concentrados en las extensas y cómodas instalaciones del Wide World, en donde habrá estrictas medidas de seguridad. La NBA ya reservó 15 000 pruebas de covid-19 para realizar chequeos a los jugadores, cuerpos técnicos y personal de apoyo. El 31 de julio, la pelota irá nuevamente al aire.