El estadio Atahualpa de Quito no presentó daños estructurales tras el sismo. La fotografía es del 23 de marzo del 2016. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
No existen daños en las estructuras. Esa es la conclusión a la que llegó la Comisión de Escenarios de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, tras la evaluación que hicieron a seis estadios de Guayas y Pichincha, para documentar si las edificaciones sufrieron deterioros, luego del terremoto de 7.8 grados que azotó al país el sábado pasado.
Ramiro Padilla, presidente de la Comisión, recorrió los estadios Gonzalo Pozo, Atahualpa, Monumental, Alberto Spencer, Christian Benítez, Rumiñahui y Casa Blanca, para determinar si existen daños y realizar recomendaciones que se deberían implementar antes de que se reinicie el torneo.
En esta labor, lo acompañaron César Izurieta y Gustavo Zambrano, especialistas en estructuras, quienes fueron contratados por la FEF para esta labor. “Los estadios visitados han respondido bastante bien. Recordemos que los graderíos deben estar preparados para soportar en un metro cuadrado, hasta ocho personas saltando”.
Los campeonatos de las series A y B se disputan en 19 estadios en el país, de los cuales cinco (Atahualpa, Rumiñahui, Jocay, Bellavista y Gonzalo Pozo) reciben juegos de ambas categorías.
Según Óscar Lara, de Independiente del Valle, durante el terremoto, las torres de iluminación se movieron de un lado a otro, provocando susto entre los transeúntes que estaban cerca. Tras la inspección, se determinó que no existen daños en la base. “Las torres fueron construidas con la técnica del péndulo invertido. Se la ve bien anclada”, dijo Izurieta.
A esta Comisión le llegaron fotografías sobre el estado de las torres de iluminación del estadio Folke Anderson, en Esmeraldas, las cuales se agitaron en el movimiento telúrico, algunas se desprendieron y otras cayeron. “Eso tenemos que constatar y documentar, en base a un criterio técnico. Solo manejamos versiones. Debemos estar allí para dar un diagnóstico”, dijo Padilla. Se prevé que Izurieta inspeccione hoy ese estadio en Esmeraldas.
Para Padilla, el éxito antisísmico de una estructura, está en la flexibilidad de su concreto. Por eso junto a Izurieta y Zambrano, revisaron la base de cada estructura donde se cimientan los graderíos de los estadios. Tomaron fotografías, revisaron los techos, deterioro de los elementos estructurales, vidrios, cabinas de transmisión y espacios entre estructuras para un adecuado funcionamiento del sistema antisísmico. Además, consultaron con los administradores de los estadios, las razones que se usaron para implementar las bases de las construcciones.
Aunque los especialistas no hallaron fallas en sus visitas, hicieron recomendaciones. En Sangolquí, pidieron que se reemplazara el techo de la tribuna antigua, debido a que es de asbesto, material que dejó de usarse hace 20 años y que podría causar problemas, en caso de que llegara a quebrarse.
Se recomendó además, reforzar el cerramiento que da hacia las calles España y Luis Cordero, las cuales son de adobe, material que ya no se usa en construcciones modernas.
En el estadio Alberto Spencer, detectaron que la estructura de la general sur está deteriorada. Sin embargo, Padilla aclaró que ese daño se dio por la falta de mantenimiento, ya que la humedad afectó al hormigón y detectaron un desprendimiento, que no tuvo relación con el terremoto.
La Comisión de Escenarios prevé realizar una capacitación sobre administración y mantenimiento de los estadios, ya que encontraron falencias en el cuidado que realizan en los estadios. “No existe uniformidad en el mantenimiento que realiza un club que es propietario de su escenario, y otro cuyo propietario es un municipio o una Liga cantonal”.
La Comisión espera que ya no existan réplicas en Manabí para inspeccionar sus escenarios. Sin embargo, tendrán la ayuda de especialistas del Ministerio de Obras Públicas, los cuales darán hoy un informe preliminar.
La intención de los funcionarios de la FEF es realizar una auditoría estructural de los estadios, en la que se determinará el estado de cimentación de las columnas, vigas y de materiales, a través de pruebas de cargas y radiografías.
Los estadios que serán sometidos a estas pruebas son el Folke Anderson, Jocay en Manta, Reales Tamarindos en Portoviejo, Las Chonanas en Chone, y Rafael Vera Yépez en Babahoyo. Tras el terremoto, los escenarios se transformaron en albergues para los damnificados y un lugar de recepción para las donaciones que llegan de todo el país.
Para Juan Urquiza, DT de Liga de Portoviejo, la revisión de los estadios debería ser minuciosa y exhaustiva, para tomar precauciones a futuro.
Al entrenador argentino le sorprendió el terremoto en el camerino del estadio Reales Tamarindos, mientras sus jugadores calentaban para el partido frente a Colón, por la octava fecha de la Serie B. “Llegué a pensar que el estadio caía sobre nosotros. Vivimos una difícil situación”.
“El hormigón tiene que ser flexible. Si en las pruebas de esfuerzo el hormigón no se recupera, debe ser reemplazado”, advirtió Padilla.