El ecuatoriano participó en los 15 km estilo libre, en la localidad surcoreana de Pyeongchang. Busca un doctorado en Fisiología Deportiva. Foto: www.ad
Érika Ermacora, la esposa de Klaus Jungbluth, y la dos pequeñas hijas del deportista portaban un cartel tricolor que decía Team Ecuador Go! Klaus!
Ellas recibieron en la línea de meta al guayaquileño, de 38 años, que el viernes por la madrugada se convirtió en el primer deportista nacional en participar en unos Juegos Olímpicos de Invierno. Jungbluth compitió en la prueba de 15 km estilo libre, en la localidad surcoreana de Pyeongchang.
Jungbluth, según se ve en las fotografías publicadas por la cuenta del Comité Olímpico Ecuatoriano, besó tiernamente a su pareja y a sus dos pequeñas hijas, adecuadamente abrigadas para soportar el frío que recorría el Alpensia Cross Country Skiing Centre, el lugar donde se realizó la prueba.
El tricolor, de 38 años, se midió ante los mejores del mundo en esquí de fondo 15 km estilo libre y cruzó la meta a los 53:30,10 minutos, bajó 30 segundos a su último mejor registro en esta distancia.
El primer lugar correspondió al suizo Darío Cologna (33:43,90), seguido del noruego Simen Krueger (34:02,20). En cambio, el tercer puesto fue para el ruso Denis Spitsov (34:06,90), que compitió con la bandera del Comité Olímpico Internacional.
El deportista exhibió la bandera ecuatoriana al finalizar la competencia. Su esposa e hijas lo acompañaron. Foto: AFP
Jungbluth inició la competencia en el puesto 107 y la terminó en la ubicación 112. Participaron 119 deportistas de 62 países. Dos esquiadores no terminaron la prueba y otro fue descalificado.
“Siento un orgullo enorme de haber podido cruzar esa meta, después de haber dado el máximo de principio a fin”, dijo Jungbluth apenas terminada la exigente prueba.
“Es una gran alegría porque trajimos a todo el pueblo ecuatoriano por primera vez a unos Juegos de Invierno, y por haber podido cargar esa bandera en el final”, declaró.
Más allá del resultado, Jungbluth se mostró esperanzado en el significado que puede tener su participación para el futuro de los deportes de invierno en el país. “Espero que sea un legado. Yo estoy a la expectativa de que otros ecuatorianos se animen y podamos ir a otras competencias con un equipo más numeroso, por ejemplo el año que viene al Mundial de Austria”, destacó el deportista de 38 años, que antes de practicar el esquí de fondo se dedicaba al levantamiento de pesas.
En ese sentido, Jungbluth contó a los medios de comunicación que ya hay un proyecto en marcha, para que algunos compatriotas comiencen la actividad con esquís sobre ruedas, técnica que él usó para sus prácticas mientras buscaba su clasificación olímpica.
“Varios ecuatorianos ya me contactaron para ver cómo lo pude hacer y les he estado dando consejos. Vamos a continuar en contacto para ver sus entrenamientos y que puedan seguir mis sugerencias sobre las experiencias que he tenido. Pienso que podemos lograr ir con un equipo de tres o cuatro personas al próximo Mundial”, explicó Jungbluth.
Él divide su pasión por el esquí con un doctorado en Fisiología Deportiva, que está desarrollando en Australia y que quedó un poco relegado por el sueño olímpico.