Se tomaba la cabeza, gesticulaba permanentemente y se sacaba y se volvía a poner la leva. Eran imágenes de desesperación que mostraba el técnico de Espe, Patricio Ponce, quien debió observar desde las gradas el partido final con UTE. Sobre el DT pesa una sanción que le impide dirigir durante seis meses.
En su lugar, al filo de la cancha estuvo Hólger González como entrenador encargado. Él trasladaba las indicaciones que daba Ponce por radio desde las gradas y, en otras ocasiones, buscaba por su cuenta la mejor estrategia para controlar a UTE, que tuvo el triunfo hasta antes del último minuto.
Cerca de 500 espectadores observaron el intenso partido que empezó con el dominio politécnico pero que finalmente se impuso dramáticamente por 75-72. Entre los aficionados estuvieron el volante juvenil de Barcelona, Dennis Quiñónez, y el golero de Espoli, Adrián Bone.
“Fue un partidazo. Vine porque el profesor González me invitó. Él me dirigió en las selecciones menores de Ecuador. Espero en algún momento también dar una vuelta olímpica ante mucha gente, pero en un estadio de fútbol con Barcelona”, contó con una sonrisa Quiñónez.
Mientras que Bone arribó al coliseo Julio César Hidalgo con su esposa, Nadia García, que es estudiante de Cultura Física y Recreación de Espe. “Gritamos eufóricos cuando terminó el partido, pero antes sufrimos porque UTE estuvo a punto de ganar”, expresó el meta policial.
El quinteto tecnológico debía imponerse para forzar a un tercer partido, pues en el primer duelo Espe ganó por 91-65. Al final, le faltó fortuna, aplicación y mayor concentración defensiva.
El susto que vivió Ponce en las gradas tenía sustento. Espe empezó arrollador en los dos primeros minutos, pero luego cayó preso de imprecisiones en su tablero y en el contrario. Perdía todos los rebotes y las jugadoras lucieron desorientadas. UTE, que es comandado por Paúl Beltrán, sacó ventaja de estos errores.
El cuadro tecnológico no tuvo una jugadora destacada, pero brilló por su desempeño colectivo. Además, era un equipo solidario a la hora de atacar y defender. Por ello, luego estar abajo en el marcador, remontó y ganó 17-15 en el primer cuarto.
El dominio equinoccial, en el segundo cuarto, hasta aumentar la diferencia a nueve puntos (42-31). Aquí fue determinante el aporte de la experimentada Victoria Morales, con sus lanzamientos de tres puntos.
Mientras esto ocurría, en las gradas, a la altura de la banca de suplentes de Espe, Ponce se desesperaba porque su equipo no respondía en la cancha. Trataba de acercarse a sus pupilas, pero Patricio Pozo, presidente del club UTE, con evidente molestia lo observaba y le recordaba al DT que estaba suspendido.
En el entretiempo, Ponce pudo recriminar a sus jugadoras por radio. Esto, sumado a la motivación que transmitió González -como lo hace en la Selección Ecuatoriana de Fútbol-, surtió efecto en el plantel militar.
Espe mejoró su producción colectiva. Jessica Preciado, Marjorie Caicedo, Leyda Macías y Salcedo elevaron su nivel de juego para acortar distancias en el tercer cuarto (54-52). Y en el último período, aseguraron la victoria en el minuto final con la inspiración de Salcedo, quien aseguró los puntos necesarios (72-75).
“Nos desconcentramos en el momento menos indicado y eso se paga. Perdimos, pero jugamos un gran partido y eso me deja satisfecho de cara a la Liga Nacional”, admitió Beltrán. De paso, alabó la reacción de Espe.
Patricia Palma, una de las jugadoras más destacadas de UTE, compartió la idea de su entrenador al decir: “Espe es un justo campeón. Estuvimos cerca de ganar, pero tendremos nuestra revancha en la Liga”.
Mientras tanto, Ponce, González y las jugadoras de Espe se bañaban con agua y levantaban el trofeo del título del torneo. En tercer lugar quedó Mavort, que tuvo a la máxima encestadora, Zuleyda Aties, con 207 puntos.