El campeón mundial, Carlos Granja, ganó medallas de oro en tres modalidades. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO
Los escaladores ecuatorianos compitieron hasta ayer, 31 de agosto del 2016, en Cuenca, motivados de saber que su disciplina será parte del programa de los Juegos Olímpicos del 2020 en Tokio.
Ellos están convencidos que, en los próximos cuatro años, el apoyo mejorará considerablemente.
El imbabureño Carlos Granja, por ejemplo, no entró este año en el Plan de Alto Rendimiento por la crisis del país y porque “la escalada no era un deporte olímpico”. Con la decisión del Comité Olímpico Internacional, asumida a inicios del mes pasado en Brasil, él y los demás practicantes se muestran optimistas.
Granja es bicampeón mundial en la modalidad de velocidad, cuyos títulos los consiguió en Francia (2014) e Italia (2015), confía en un mejor futuro. Ahora, con 17 años, se alista para competir en un Mundial Sénior de Escalada, que se realizará en París, desde el próximo 14 de septiembre.
Allí, su principal objetivo será ganar experiencia y alistarse para el Mundial Juvenil que se cumplirá a mediados de noviembre en China. Se apunta por un cupo a Tokio 2020.
La pichinchana Doménica Haro, quien ha competido en tres mundiales, confía en mejores días para su disciplina favorita. La escalada deportiva como deporte olímpico “nos ayudará un montón, porque así seguiremos creciendo”. Ella confiesa que sintió un trato inferior porque su deporte no era olímpico.
Haro, durante esta semana, sumó dos preseas de oro (en dificultad y bloque) y una de plata (en velocidad) en los Juegos Nacionales Prejuveniles. Hace cinco años fue medallista mundial infantil y por ahora, cuenta con el respaldo económico de la Concentración Deportiva de Pichincha para sus participaciones en el exterior.
Jairo Toledo, técnico de escalada de Pichincha, considera que al ser un deporte olímpico “Ecuador tiene la gran oportunidad de crecer”. Él espera que pronto llegue el apoyo económico del Ministerio del Deporte para la preparación con miras a Tokio 2020.
El estratega venezolano está convencido que, con una preparación más tecnológica, saliendo a entrenar y competir en Europa, el nivel de los escaladores nacionales mejorará sustancialmente. Entre los mejores representantes cita a Carlos Granda, Danny Valencia, Isaac Estévez, Doménica Haro, Andrea Rojas y Damaris Jaramillo, quienes son de las categorías prejuvenil y juvenil.
El escalador pichinchano Martín Peña, quien en Cuenca le arrebató una medalla de oro a Granja, sueña con un cupo olímpico. “Me parece algo increíble, ahora tendremos que exigirnos más porque nos tomarán más en serio”. Él, incluso, anhela que se mejore la infraestructura deportiva.
Para Pedro Montezuma, entrenador de escalada de Azuay, con la inclusión en el ciclo olímpico hay una exigencia mayor de todos, incluido el Ministerio del Deporte. “Hubo mucha incertidumbre hasta que se hizo realidad. Estoy seguro que la masificación será mayor en el país”.
En los Juegos Nacionales Prejuveniles y Juveniles también se subieron al podio María Paz Mendieta, Dharmak Rengifo, Galo Hernández, Gandhy Jácome, Damaris Jaramillo, Salomé Maldonado…