Si Frickson Erazo no hubiera sido futbolista, habría sido un ingeniero en sistemas. La carrera del zaguero de la Selección ecuatoriana y del Barcelona guayaquileño estuvo condicionada por su padre, Rafael, el actual prefecto de la provincia de Esmeraldas.
Así lo recuerda su progenitor, quien ahora se muestra contento por todo lo que consigue su hijo con el paso del tiempo.
‘Don Rafa’, como le dicen de cariño, recuerda cuando lo sentenció, pues ya lo había inscrito en la Universidad Politécnica del Chimborazo. Frickson tenía 17 años (hoy tiene 25) y estaba en las inferiores de El Nacional.
“Un año más papi, dame solo un año más”, fue el pedido que le hizo el defensor a su padre, que en ese tiempo ya se desempeñaba como asambleísta por Esmeraldas. Mientras la vida de Frickson estuvo ligada al fútbol, la de su padre estuvo ligada a la política.
Ambos debieron esforzarse y ser pacientes para alcanzar sus propósitos. El ahora Prefecto, en sus inicios, de lunes a viernes trabajó como docente de primera en su ciudad natal. Los sábados y domingos viajaba a Quito para vender cocadas en los valles de Tumbaco, Cumbayá y Los Chillos.
Así redondeaba el salario para mantener a su esposa y a sus cuatro hijos. Ahora, todos van camino al profesionalismo.
Frickson triunfa en el cuadro canario y en la Selección que se apuntó para el Mundial de Brasil 2014, Belén (16 años) estudia en un colegio local, David (18) sigue los pasos de su hermano mayor y también juega de central en la Sub 18 de Barcelona, y Álex (23) sí es ingeniero en Sistemas.
‘Don Rafa’, tras vivir en ese ajetreo durante 12 años, se vinculó a la Unión Nacional de Educadores y al partido Movimiento Popular Democrático (MPD).
Empezó a surgir con su liderazgo, al igual que el de Frickson en la cancha. Jugó en el campo político hasta ser electo asambleísta y luego Viceprefecto. La Prefectura la asumió recién en julio de este año, en lugar de Lucía Sosa. Todo esto ocurrió desde 1998.
Su esposa, Bellanire Vivero Boya, siempre los apoyó anímicamente. Frickson, en cambio, luchó por su cuenta para llegar al fútbol profesional. Él decidió probar suerte al principio en el Deportivo Quito y luego en El Nacional. Lo hizo durante sus vacaciones en Quito, ya que su padre tenía un departamento que consiguió en su período de asambleísta.
“Yo me regresé a Esmeraldas y él se quedó con ese departamento. Solo deseaba que le fuera bien”, indicó el Prefecto, antes de darle un ultimátum. Sin embargo, las palabras de aliento de Jorge Célico y de Fernando Baldeón, quienes en el 2008 colaboraban en las categorías menores del club criollo, convencieron a ‘Don Rafa’.
Ambos le dijeron que el defensor tenía muchas condiciones técnicas, que era solo cuestión de tiempo. Su momento cumbre llegó dos años después, en el 2010, cuando el equipo principal fue dirigido por el DT colombiano Jorge Luis Pinto. Los ojos de Rafael se iluminan cuando cuenta ese debut en la Primera A de su hijo. “Lo vi entrar de titular contra el Manta en el estadio Jocay y tuvo dos fallas que terminaron en goles. El Nacional perdía 2-0. En ese rato se me fueron las lágrimas y ya no quise ni ver el partido. Pensé que ya no recibiría más oportunidades…”. Luego, Frickson se consolidó en la Selección ecuatoriana y fue titular.
La familia Erazo
Otro capítulo que tiene presente la familia Erazo fue la llegada del defensor al Barcelona, su actual equipo. Toda su familia, a excepción de su madre que es seguidora de El Nacional, es hincha del cuadro canario de Guayaquil.