José Moncada (der.), técnico de San Joaquín, en una de las prácticas con sus dirigidas. Fotos: Mamuel Quizhpe/EL COMERCIO
Música con banda de pueblo, danzas y bailes tradicionales. Así arrancó, en la capital azuaya, el Interparroquial de Fútbol, categorías Sub 14 y 16. El campeonato reúne a 26 equipos de 14 parroquias rurales del cantón Cuenca.
Cinco conjuntos femeninos y 11 masculinos compiten, desde hace tres semanas, en la categoría Sub 16. Mientras en la Sub 14, intervienen 10 equipos masculinos. La primera etapa se jugará en diferentes series, bajo la modalidad de todos contra todos.
Los 26 conjuntos representan a las parroquias rurales de San Joaquín, Nulti, Paccha, Ricaurte, Sidcay, Sayausí, Molleturo, Llacao, Baños, Cumbe, El Valle, Checa, Turi y Sinincay. Los cotejos se juegan en el estadio de Cazhapata, los sábados y domingos.
Según Héctor Blandón, coordinador de las escuelas de fútbol del Municipio Cuenca, la idea de organizar este campeonato es rescatar el deporte parroquial, especialmente en las categorías menores. “Hay buena aceptación y vemos un gran potencial”.
El exfutbolista del Deportivo Cuenca explicó que, cuatro equipos femeninos se clasificarán a la siguiente fase. Allí se medirán el primero con el cuarto y el segundo con el tercero. Los ganadores disputarán el título y los perdedores pugnarán por el tercer lugar.
En la categoría Sub 16 varones, hay una serie de seis y otra de cinco conjuntos. A la segunda etapa accederán los cuatro mejores de cada grupo y jugarán igual que las damas, en sistema cruzado (1-4 y 2-3). En la Sub 14 masculina hay dos llaves de cinco equipos y para conocer al campeón se seguirá la misma modalidad de la Sub 16.
Los jugadores de los equipos Sub 14 y 16 de San Joaquín, en el estadio de Cazhapata.
Blandón puso énfasis en la participación activa de los habitantes de las parroquias, quienes brindan todas las atenciones a sus hijos e hijas; además colaboran con la organización. En este certamen no se exhiben tarjetas amarillas y rojas; se aconseja y se hace un llamado de atención.
José Moncada, estratega de la escuela de fútbol de San Joaquín, también destacó el apoyo de los progenitores al brindarles las facilidades a sus hijas. Pero aún “hay padres que no destierran el machismo”. Todavía piensan que las mujeres deben dedicarse exclusivamente a los estudios y a los quehaceres del hogar.
En San Joaquín, con las mingas comunitarias se adecúa una cancha para que los niños y jóvenes tengan un lugar seguro para entrenarse. Hace un año, en esta parroquia, se inició el proyecto. En la actualidad se cuenta con 120 alumnos, entre 5 y 18 años.
Moncada detalló que, en el grupo, hay 35 jugadoras de entre seis a 16 años. El ‘reclutamiento’ de los jugadores se lo hace en la Unidad Educativa San Joaquín, en coordinación con el profesor de Cultura Física y sus autoridades.
El entrenador se siente satisfecho porque sus dirigidos, mujeres y hombres, se entrenan con mayor dedicación. Ellos, ahora, tienen un objetivo cada año: el Interparroquial.
Bryan Arias, de 16 años, se destaca en el equipo de San Joaquín. Ahora es más responsable y disciplinado. “Mis padres me dan permiso para entrenar con la condición de no descuidar los estudios”. A sus compañeros de entrenamientos los califica de respetuosos y buenas personas.