Es el equipo más sólido del torneo. Es el más goleador con 28 tantos anotados y solo nueve recibidos en 14 partidos. Esa campaña de Emelec lo deja como el mejor estructurado. Y en caso de continuar en esa línea pudiera repetir el título que ganó el año pasado.
Cuenta con una plantilla de 30 jugadores, tal vez la mejor del país, y el liderazgo de un entrenador (Gustavo Quinteros) que plantea sus equipos ofensivamente. Pero esas cualidades no le alcanzan para sus competencias internacionales. Una muestra de eso es la eliminación en la Copa Libertadores, en la cual mostró deficiencias en la zaga, en el medio campo y en la definición. Por eso es vital revisar si la plantilla que tiene le alcanzará para hacer una buena campaña en la Copa Sudamericana -empezará en agosto, después del Mundial-.
El fútbol ecuatoriano vive un contraste en estos años. La Selección logró ir al Mundial de Brasil, con la base de futbolistas que se destacan en el exterior. Su campaña de local le dio la solidez en las eliminatorias. Pero a escala de clubes, es inevitable el descenso, a excepción del crecimiento que realiza el Independiente del Valle. Ante eso es necesario reflexionar sobre los propósitos de los equipos en estos torneos, donde la huella que dejó Liga de Quito, al momento, es insuperable para el resto de clubes.