Elizabeth Bravo ya superó su fractura

En noviembre volverá a competir en Salinas. A la derecha, junto a su hijo, Juan Francisco, de 2 años y  7 meses. Foto: Patricio Terán / Archivo

En noviembre volverá a competir en Salinas. A la derecha, junto a su hijo, Juan Francisco, de 2 años y 7 meses. Foto: Patricio Terán / Archivo

En noviembre volverá a competir en Salinas. Foto: Patricio Terán / Archivo

Aún temblaba de frío, pero su pequeño Juan Francisco fue a los brazos de su madre. “Siempre tengo problemas con el frío, pero creo que lo hice bastante bien. Fue mi primera travesía en el San Pablo”, dijo Elizabeth Bravo, triatlonista azuaya que realiza su ciclo olímpico rumbo a los Juegos de Tokio 2020.

“Es mi primera competencia luego de la fractura en la muñeca de la mano derecha. Me caí con la bicicleta, cuando estaba entrenándome. Llevamos un mes de entrenamiento y queríamos saber cómo estamos evolucionando”, añadió Bravo, que en los pasados Juegos Sudamericanos ganó dos medallas de plata.

El día de la travesía, el San Pablo es azuayo. Se registran 11 victorias de Iván Enderica, 8 de Nathaly Caldas y cada año el promedio de participación de nadadores de esa provincia es de 60. “Siempre he querido hacer esta travesía, pero ha coincidido con competencias internacionales. Estoy contenta con esta participación, porque además formé parte del club de Iván Enderica, del campeón”.

Dijo que en los primeros tramos no tuvo ningún problema con el frío, pero que sintió con mayor intensidad en los 800 metros finales. “Espero volver el próximo año, esta vez también me hicieron falta mis lentes de contacto, no me los puse, y en ocasiones no sabía dónde estaba”.

Luego de los Juegos Suda­mericanos, en Bolivia, retomó sus entrenamientos, pero se cayó. “El hueso de la articulación de la muñeca (mano derecha) se rompió en cinco partes. Tuve que descansar un mes y medio. Esta es mi primera competencia, ya puedo nadar y hacer el entrenamiento en bicicleta. Pero aún realizamos sesiones de rehabilitación para los movimientos funcionales y de fuerza”.

También tuvo un corte en la pierna que le impedía hacer sus entrenamientos de atletismo. 

Quiere completar su recuperación, pues en octubre y noviembre tiene que competir en el Circuito Mundial, una es Sarasota, en Estados Unidos, y otra en Salinas.

Ha sido dos veces olímpica. Su debut fue en los Juegos Londres 2012 cuando llegó en puesto 49, y en Río de Janeiro, donde también se ubicó entre los 50 primeros, en un actuación con mucha valentía pues seis meses antes se había convertido en madre.

“Por la ubicación en el ranking mundial ya tenemos asegurada la clasificación a los Juegos Panamericanos Lima 2019. También el próximo año tendremos que iniciar las competencias puntuables para los Olímpicos”.

En Cuenca se entrena en la piscina olímpica, mientras que el atletismo lo hace en los parques lineales de la ciudad. “El ciclismo lo realizamos en las zonas cercanas, como ­Paute, Gualaceo, Chordeleg, El Cajas”.

Mientras se entrena, su esposo Francisco se queda con el primogénito, pero en ocasiones le acompaña a competir, como aconteció el sábado, cuando juntos se lanzaron a la travesía del San Pablo.

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