Desde La Paz, Ecuador desparramó un sudor frío en los 3 600 metros sobre el nivel del mar. Fue un empate (1-1) ante una difícil Selección boliviana que hizo sufrir al equipo de Reinaldo Rueda en la altitud de La Paz, ayer, en el duelo de las eliminatorias sudamericanas.
El gol de penal que anotó Felipe Caicedo, a los 57 minutos, fue el mejor tanque de oxígeno para un equipo que se asfixiaba al ir en desventaja, sin tener la pelota, metido contra su propio arco y auxiliado por los postes en los minutos de apremio. Todo ese escenario de sufrimiento después de haber tomado aire en el entretiempo.
A Rueda casi se le incendia el laboratorio por intentar en el segundo tiempo defender el planteamiento con el que inició el cotejo. El DT sostuvo el mismo equipo que la primera etapa tuvo instantes de buen fútbol y que había generado ataques a pesar de los enredos en los movimientos tácticos que tuvo el atacante Jaime Ayoví.
Ayer, la Tricolor salió a la cancha del estadio Hernando Siles con una aparente ecuación de primer grado muy simple de resolver porque los bolivianos eran una hoja en blanco. Sin embargo, terminó siendo toda una álgebra de problemas que no pudo ganar por la falta de puntería. Bolivia salió a lavar su imagen de ‘cenicienta’ en el fútbol sudamericano y Ecuador sufrió. Y bastante.
La ‘Verde’ mostró fútbol. Rotó el balón desde el inicio del compromiso. Los primeros 15 minutos del cotejo fueron una alerta de lo que pasó en las dos etapas. Rueda puso un planteamiento aparentemente lógico con Luis Fernando Saritama y Jaime Ayoví. Fue un equipo que salió con la dosificación de energías y el desgaste físico como principios básicos para jugar en la altitud.
En una cancha muy rápida, el referente ecuatoriano Antonio Valencia padeció en los cambios de frente y en la entrega precisa de la pelota. En el primer tiempo lo hizo dos veces y ambos cambios de frente terminaron en saques laterales para los bolivianos.
Jefferson Montero no logró calcular el pique del balón y a la hora de definir no pudo hacerlo por la falta de puntería o porque el arquero boliviano Romel Quiñónez se lo impidió.
Ecuador pudo fabricar ataques, pero con el mismo mal de las últimas presentaciones. A la Tricolor le sigue faltando la puntería. ‘Felipao’ Caicedo regresó como la salvación, pero en sus pies no estuvieron las oportunidades más claras hasta cuando estuvo en el partido.
Cuatro ocasiones generó el equipo de Rueda en la primera etapa. Dos cabezazos del zaguero Jorge Guagua se fueron muy alto y en las otras dos oportunidades que se fabricó ‘Jeff’ Montero no se pudo abrir el marcador.
Rueda inició el complemento persignándose y defendiendo su tesis inicial. Sin embargo, el ingreso de Jaime Arrascaita y Marcelo Moreno Martins causó más estragos a Ecuador que los mismos efectos de la altitud boliviana. En 15 minutos le pelotearon a Ecuador y Arrascaita (2′) marcó un gol desde afuera del área. La velocidad del balón pareció sorprender a Alexander Domínguez y fue un gol que levantó a un equipo muerto y eliminado de la pelea clasificatoria.
El gol obligó a Rueda a reaccionar y recién allí sacó de la cancha a Ayoví e ingresó Renato Ibarra. Luego, hubo dos jugadas en las cuales Ecuador contó con suerte porque dieron en los postes.
Fue Jefferson Montero quien despertó el juego ofensivo de Ecuador. En uno de sus desbordes apareció la salvación del tiro penal. Y esta vez había un candidato fijo: ‘Felipao’. El atacante asumió la responsabilidad y logró la igualdad. No fue un festejo eufórico y se buscó que el partido se agilitara.
En otro ataque Caicedo estuvo cerca de poner la ventaja. Sin embargo la jugada terminó con la lesión del empeine del goleador y tuvo que ser reemplazado por Joffre Guerrón.
Fue un final dramático con oportunidades en los dos arcos. Ecuador consiguió un empate que antes de ponerlo en el Mundial lo frenó y lo colocó como candidato al repechaje.
En octubre se aclarará el panorama ante ese fantasma para Ecuador llamado Uruguay.