Alejando Sabella, el técnico de la Selección argentina, detenía constantemente la práctica de ayer en el predio que tiene la Asociación del Fútbol Argentino en Ezeiza (sur del Gran Buenos Aires y cerca del aeropuerto internacional).
No dejaba detalle sin tratar: la defensa, el medio campo y el ataque recibían siempre sus indicaciones. Pero si en el movimiento de las fichas durante el traslado de la pelota se notaba que tenía seguridad, en cuanto a la disposición táctica para enfrentar a Ecuador este sábado, Sabella se manejó con dos posibilidades.
Al comienzo de la práctica prefirió un fútbol más agresivo, con un 4-3-3. El ataque sería con sus tres hombres más peligrosos: Lionel Messi por derecha, Sergio Agüero por izquierda y Gonzalo Higuain como referente de área. La línea de volantes estuvo conformado por Gago, Mascherano, como único volante de contención, y Di María. La defensa la conformaban Zabaleta, Federico Fernández, Garay y Clemente Rodríguez.
Al final del entrenamiento, Sabella prefirió un esquema más conservador. El arquero, inamovible es Sergio Romero. También la defensa fue la misma. EL cambio sustancial fue reemplazar a Higuain por José Sosa, quien funcionó como volante por derecha, y tener un doble 5 con Gago y Mascherano. El ataque, entonces, sería de dos puntas: Agüero y Messi.