Familiares y amigos pidieron boletos a los seleccionados

En el estadio Atahualpa.  Los árbitros Enrique  Cáceres , Roni Aquino y Darío Gaona se entrenaron ayer  en la mañana. Eduardo Terán / EL COMERCIO

En el estadio Atahualpa.  Los árbitros Enrique Cáceres , Roni Aquino y Darío Gaona se entrenaron ayer en la mañana. Eduardo Terán / EL COMERCIO

Pedro Muñoz tuvo una ajetreada mañana ayer en la Casa de la Selección. El coordinador de la Tri no paraba de salir y entrar del Complejo para autorizar el ingreso a unos pocos afortunados que visitaban a los jugadores.

Y es que como si fuera costumbre, las inmediaciones del sitio de concentración de los seleccionados volvieron a ser frecuentadas por parientes, amigos y curiosos. Algunos llegaron a saludar y otros trataban de obtener una foto, un autógrafo y hasta una entrada.

Desde las 10:00, se observaban a familiares que discutían con los guardias para ver aunque sea por un breve instante a las figuras del combinado nacional. "Déjeme entrar un ratito que yo soy primo del 'Chucho'", decía una de las personas por detrás de una reja.

Otros fueron más afortunados como Zoila Meneses, esposa de Antonio Valencia, quien no tuvo problema para ingresar. Ella llegó con Pedro Romero, colaborador de 'Toño' a bordo de una Ford F-150 para visitar a su cónyuge.

En esos instantes, en una mañana cálida y ventosa, los jugadores aprovechaban su día libre para pasear en las inmediaciones de la Casa de la Selección. Algunos de ellos se acercaban tratando de pasar como inadvertidos a la barrera metálica, que los separaba del exterior.

Marlon de Jesús fue uno de los arriesgados que se acercó a la entrada para saludar con su primo Erick García, quien llegó acompañado de dos amigos. Conversó 15 minutos con ellos.

De Jesús es un referente de su primo, quien juega en las divisiones inferiores de El Nacional. A él le gustaría que el delantero de 21 años fuera el reemplazo del Christian Benítez. Mientras tanto apoyará desde las gradas a la Selección junto a otros familiares provenientes del Chota.

Para otros, las leyes del recinto fueron intransigentes. Nadie entraba ni salía sin una previa autorización del cuerpo técnico. Esto motivó al coordinador Muñoz a salir a cada instante del Complejo para comprobar la identidad de quienes decían ser familia directa de los futbolistas.

Tres familiares, quienes se identificaban como primos de Renato Ibarra, fueron algunos de los asistentes impedidos de ingresar. No quisieron dar sus nombres, pero dijeron en voz baja que venían por unas entradas que les había ofrecido el seleccionado.

Jefferson Montero fue otro de los tricolores que conversó con amigos en la entrada.

La jornada libre de la Tri terminó poco antes de que el reloj marcara las 12:00. A esa hora la plantilla se dirigió a almorzar y luego de un breve descanso arrancaron con su última práctica antes del duelo eliminatorio con Argentina, previsto para hoy en la tarde.

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