En octubre cumplirá 42 años. Carlos Amarilla, paraguayo de nacimiento, tiene dos profesiones: árbitro de fútbol y también es graduado de ingeniero eléctrico. Según la página electrónica de estadísticas de fútbol Amarilla ha dirigido durante su carrera 147 partidos.
El paraguayo pisó el campo minado de la polémica y cuestionamientos en Ecuador por su decisión de no sancionar un penal y por la expulsión a Antonio Valencia. Una estadística demuestra que el réferi dirige con las tarjetas en sus manos antes que en los bolsillos. En los 147 partidos ha mostrado 736 amarillas y 69 rojas. En promedio, condiciona con amarillas a cinco jugadores por cotejo.
Envuelto en el manto de cuestionamientos en su propio país En Paraguay, el año pasado lo acusaron de ser hincha de Olimpia. La queja lo hizo un dirigente de Cerro Porteño a través de un video colgado en la página del Diario ABC de Paraguay. Allí se denuncia que Amarilla ha dirigido un buen porcentaje de los partidos de Olimpia.
Sin embargo, el pasado 9 de julio de este año, Ricardo Tavarelli, gerente deportivo de Olimpia, cuestionó la actuación del juez Carlos Amarilla y manifestó que “nos robaron el partido. Carlos condicionó y torció el resultado a favor de Cerro Porteño”. No tuvo reparos en disparar: “fuimos partícipes de un robo hecho por cirujanos, fuimos estafados por un club de amigos”.
Mientras dirigía el clásico paraguayo entre Olimpia y Cerro Porteño, Amarilla sufrió un robo en su vivienda. Según la denuncia, Amarilla perdió cuatro pares de zapatos deportivos, una cámara fotográfica, una cámara filmadora y seis aparatos celulares de diferentes marcas. Además de una cadenilla y una pulsera de plata, un termo para mate de dos litros y diez relojes con el logotipo de Fifa-Conmebol.
Tampoco es querido afuera de su país
Una de las características de Amarilla es no hablar con los jugadores. Segundo Alejandro Castillo, volante de la Selección de Ecuador, contó que en el partido de eliminatorias en Uruguay, Amarilla no le permitió ni siquiera conversar. Fue enérgico en las sanciones.
Ese es su estilo de arbitrar. El año pasado, en el partido entre Peñarol y Vélez Sarsfield, por Copa Libertadores, anuló una jugada de gol de los argentinos por una mano involuntaria. La prensa lo castigó: ‘Una burrada lo del juez’, escribió diario Olé.
Amarilla es un árbitro que ha dirigido en mundiales. Los hizo en Alemania 2006, también en las finales de las copas Libertadores, Sudamericana y Recopa.
El 2010 no fue al Mundial de Sudáfrica porque uno de sus asistentes no superó la prueba física que toma la FIFA.
Según la prensa paraguaya, en el 2009, Amarilla, fue investigado por un Tribunal de Disciplina Deportiva, pero no hubo ningún tipo de sanción.