El DT de Uruguay, Óscar Tabárez, sube por las gradas de ingreso a los palcos en el estadio Olímpico Atahualpa de Quito el 12 de noviembre del 2015. Foto: Álex Puruncajas / EL COMERCIO
Con un bastón y escoltado por tres miembros del GOE y cuatro de la Policía, el entrenador uruguayo Óscar Tabárez trepó las gradas del estadio Olímpico Atahualpa, que conducen a los palcos. Se dirigió al palco sur, que habitualmente ocupan los periodistas del Círculo de Periodistas Deportivos del Ecuador.
Desde ahí, el entrenador debió acomodarse para observar el partido de su selección Uruguay ante la Tricolor, desde las 16:00. Tabárez está suspendido y, por ello, no puede dirigir a su selección desde la banca técnica del Atahualpa. Recién podrá hacerlo desde la siguiente fecha de las eliminatorias.
El entrenador llegó al palco con unas 25 personas, miembros de la delegación uruguaya que arribó a la capital para acompañar a sus jugadores en el cotejo ante los ecuatorianos. Mientras subía las gradas, los uniformados impedían que aficionados o periodistas se le acercaran.
La selección de Uruguay en el calentamiento en la cancha del Atahualpa. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
Antes del partido, el ‘Maestro’ y sus jugadores pasaron sustos. Cuando venían a Quito, en pleno vuelo, el capitán de la nave se dio cuenta que una puerta estaba mal cerrada. Por ello, el avión retornó a Guayaquil y, posteriormente, vino ya a Quito.
Pese a estos contratiempos, a Tabárez, con un calentador azul, se lo veía tranquilo ya en el palco. Unos hinchas ecuatorianos, que estaban en el costado en los graderíos, se percataron de su presencia y empezaron a hacerle señas.
Pero el ‘Maestro’ se mantuvo impávido. Él ya instruyó a sus asistentes sobre la estrategia de Uruguay ante los tricolores.