David Fandila, ‘El Fandi’, muestra su arte con un derechazo, la noche del viernes en la plaza Belmonte, en el Centro de Quito. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
David Fandila, ‘El Fandi’, ratificó su cartel explosivo y de conexión con el público de Quito tras cortar cuatro orejas y un rabo (simbólicos) e indultar al gran toro Lanudo, de Huagrahuasi.
El nacional Juan Francisco Hinojosa se hizo de tres orejas de similar simbolismo y Miguel Abellán obtuvo una oreja.
La noche elegida para el festival goyesco estuvo matizada con un público festivo que llenó a tope los graderíos y que con paciencia y generosidad apoyó la labor de los toreros y se mostró dispuesto a aplaudirlo todo. Era un 5 de diciembre que rememoró la corrida alegría de la feria del antiguo abono quiteño.
El ganado fue el argumento de esa noche de emociones y alegrías. Se lidiaron novillos toros de tres ganaderías: De Triana, los tres primeros, destacándose nítidamente el tercero. De Huagrahuasi los corridos en cuarto y quinto lugares de excelente juego, tanto que Lanudo, número 24 de 460 kg fue indultado.
Completó el encierro Amparado, de Rumiquincha, otro gran toro para los anales de esta ganadería que desaparece, lidiado en sexto lugar.
El madrileño Miguel Abellán no tuvo casi opciones en su primero, en el que fue recibido por el cariño de los quiteños y al que le arrancó algún pasaje de mérito. Verónicas y chicuelinas jaleadas y porfía con la muleta. Ovación.
El cuarto, Norteño, número 8, de Huagrahuasi, fue un gran toro con el que el torero de Madrid, pese a venir precedido de fama tras su excelente temporada, no se acopló. Sin embargo hubo algunas series de mérito, especialmente con la mano derecha. Fue muy aplaudido y recibió una oreja simbólica.
David Fandila, ‘El Fandi’, ratificó su gran cartel en esta ciudad capital. Un buen quite por navarras fue el preámbulo de un habilidoso tercio de banderillas con cuarteos, par al violín y galleo ovacionado.
La faena de conexión aprovechó los viajes del toro hacia las tablas y las humilladas embestidas en la que el argumento fue la conexión: pases de rodillas, naturales y unas buenas series con la derecha, sacando agua de un pozo que parecía seco con base a su buena técnica y entrega total. Dos orejas simbólicas paseadas entre ovaciones por el anillo.
El granadino recibió al quinto con dos largas cambiadas y verónicas jaleadas. El quite fue por lopecinas, para llevar al toro al caballo antes de adornarse por chicuelinas y talaveranas.
Explosivo tercio de banderillas para conquistar el fervor popular que acompañó a toda la faena. Una labor de permanente vibración con muy largas series de derechazos encandilados por estupendos forzados de pecho que terminó con bernardinas.
El indulto llegó y ‘El Fandi’ recibió las orejas y el rabo simbólicos y la vuelta al ruedo en la que invitó a compartir la general ovación al ganadero José Luis Cobo, con quien se abrazó y recorrió el círculo de la plaza Belmonte.
El mejor lote le correspondió al ecuatoriano a Juan Francisco Hinojosa.
El nacional recibió con la capa a pies juntos a Gitanito, de Triana, y consiguió una labor de entusiasmo sobre ambos pitones con algunos muletazos de muy buen corte, especialmente por el lado derecho, que contagiaron a los tendidos y paseó en la vuelta al ruedo una simbólica oreja.
El gran toro sexto, Amparado, de Rumiquincha, fue el material propicio para triunfar. El ecuatoriano salió animoso con una larga cambiada, verónicas de recibo y expresivo quite. Se dobló muy bien y logró algunos pasajes de calidad, aunque de modo intermitente, especialmente por naturales en tres tandas, la última a pies juntos, entre reconocimiento de la parroquia, que terminó aplaudiéndolo en la vuelta al redondel con dos orejas simbólicas y en la salida a hombros con ‘El Fandi’, la noche del viernes (5 de diciembre de 2014), con una plaza llena.