La reducción de la dependencia de los combustibles fósiles es un tema que atañe a todos los segmentos de la industria automovilística, y el de las van no es la excepción. Por eso, en estos vehículos ya se ensaya con energías alternativas que generen muy pocas o ninguna emisión contaminante.
Ese es el caso de Ford, que hace cuatro años presentó una variante eléctrica de su furgoneta Transit Connect en los Salones del Automóvil de Chicago y de Ginebra, la cual despertó gran expectativa.
Durante el desarrollo de esta variante ecológica, Ford se asoció con la empresa Azure Dynamics, especializada en la incorporación de mecánicas híbridas y eléctricas en autos convencionales.
Una vez que el Transit Connect recibió un motor eléctrico alimentado por baterías de iones de litio, fue sometido a pruebas de rendimiento por parte de la Agencia de Protección del Ambiente de EE.UU.
La alta calificación otorgada por el organismo evaluador dio luz verde a la producción en serie de la variante ecológica de esta furgoneta,de la cual actualmente se fabrican entre 600 y 700 unidades cada año.
El de Ford no es el único caso de experimentación exitosa de energías limpias aplicadas a vehículos de trabajo. Varios fabricantes japoneses están siguiendo sus pasos con el fin de poner a disposición de los usuarios vehículos más ahorradores, menos contaminantes y con autonomía de operación extendida.