Édgar recopila los reconocimientos de su hijo

Édgar recopila los reconocimientos de su hijo

Édgar recopila los reconocimientos de su hijo

Las paredes, los muebles e incluso el piso de cerámica de la oficina de Édgar Benenaula sirven para resaltar los éxitos y recuerdos de su hijo Andrés. Allí se destacan fotos con los mejores pilotos del mundo, placas de reconocimiento, trofeos… Un cuadro enmarcado con vidrio, en cuyo interior está el buzo que Andrés Benenaula usó en septiembre del 2007 en el Mundial de Naciones, es el orgullo de su progenitor. Ese certamen es considerado para los motociclistas como el más importante del planeta.

En la parte posterior del buzo azul eléctrico con negro está el apellido del piloto ecuatoriano y debajo sobresale el número 125, con los colores amarillo, azul y rojo. "Es el recuerdo más significativo que tengo en sus 18 años de carrera deportiva".

El exmotociclista recuerda que en ese año Ecuador participó por primera vez en un Mundial de Naciones. El equipo nacional se completó con Martín Dávalos y Jetro Salazar, con los números 126 y 127, en ese orden. Su heredero tenía 17 años.

Otro buzo enmarcado y que se ubica en un lugar especial es del piloto belga Stefan Everts, 10 veces campeón del mundo. Es un regalo a Andrés del múltiple medallista, quien lo envió desde Bélgica por sus 17 años. Su cumpleaños es el 1 de enero.

Everts hizo amistad con el corredor azuayo en uno de los certámenes en el exterior. Además, ambos compiten con la marca de motos Acerbis.

Con Everts también hay una fotografía enmarcada, en ­donde Édgar Benenaula viste una camisa con los colores de Ecuador. Está frente a su escritorio, desde donde puede observar los trofeos obtenidos por su segundo hijo.

Hay otras fotos con pilotos famosos del mundo, en donde el padre del deportista también aparece. Entre otros corredores están el italiano Antonio Cairoli, cinco veces campeón del mundo, los estadounidenses Jeison Astudillo, Ricky Carmichael y Ryan Villopolo.

En medio de unos 60 trofeos de diferentes diseños y tamaños, Benenaula selecciona uno de madera y resalta como uno de los primeros logros a escala internacional. Su heredero recibió ese reconocimiento por terminar quinto en el Latinoamericano del 2007, en Brasil.

Este apasionado del motociclismo tiene en las instalaciones de su negocio de motos fotografías de los pilotos famosos del mundo. Existen fotos del múltiple campeón nacional de motociclismo desde los 4 años de edad, cuando incursionó en este deporte.

Los recortes de prensa publicados dentro y fuera del país en los últimos 18 años también los tiene archivados. Igual las fotos y videos de los subtítulos y terceros lugares a escala latinoamericana en los categorías menores, así como el título latinoamericano MX3 obtenido en agosto pasado en Guayaquil.

También tiene recuerdos de la participación de su hijo en su segundo Mundial de Naciones, en el 2010. Además la presencia por seis años consecutivos en las Olimpiadas de Motociclismo en los Estados Unidos.

Salvo el 2013, que contó con el apoyo del Ministerio del Deporte, el dinero para el resto de la carrera del motociclista salió de su bolsillo y de los patrocinadores. Solamente el costo de la motocicleta está por encima de los USD 15 000.

Benenaula confiesa que tras el Mundial del 2010 en Denver, Colorado (EE.UU.), tenía pensado decirle a su hijo que "hasta aquí llegamos". Pero esa idea cambió cuando Vito Ippolito, presidente de la Federación Internacional de Motociclismo, le animó: "Tú eres el próximo ecuatoriano que llegará al mercado norteamericano".

  • Édgar Benenaula nació el 3 de julio de 1964. Está casado con María Isabel Gavilánez. Tienen dos hijos: Cristina (24 años) y Andrés (22).
  • Fue campeón nacional de Enduro y Hare Scramble, en las categorías expertos y doble A. Ganó títulos de motocrós en el país, en Máster.

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