De su vieja afición por Barcelona no queda nada. Édgar Calderón cambió el amarillo por el azul y el negro de Independiente del Valle. Ahora, es uno de los hinchas más representativos del club pichinchano y lo sigue en todos los partidos del Campeonato Nacional.
Pese a que en su niñez y adolescencia siguió a Barcelona, siempre tuvo un cariño especial por Independiente, por ser un equipo de Sangolquí, su tierra natal. Recuerda los partidos del amateurismo a los que asistía en compañía de su padre.
Además, no olvida que Deportivo Quito siempre buscaba a Independiente como ‘sparring’ para la pretemporada. En esos partidos no era nada raro que la ‘AKD’ goleará hasta 12- 0 a un joven e inexperto Independiente José Terán.
La aparición del club rayado en el profesionalismo, el deterioro de la imagen de Barcelona y el ambicioso proyecto de la dirigencia encabezada por Michel Deller fueron las razones para que Édgar tome la decisión final de defender los colores del club de su ciudad desde los graderíos.
Pero, esto no es lo que hace particular al hincha del Valle. Calderón tiene una firma personal en las canchas. Es conocido como ‘el Enmascarado de la Locura del Valle’.
Este apelativo se lo ganó por el atuendo que utiliza para ir a alentar a Independiente. Una camiseta con el logo del club, un pantalón azul, una capa con la leyenda ‘hecho en Sangolquí’ y una máscara de cuero son los implementos que hacen a Edgar una hincha diferente.
Este disfraz se lo confeccionó su madre pero la idea tiene una historia muy especial para el aficionado de 32 años.
Édgar siempre tuvo interés por la lucha libre y hace algunos años recibió dos máscaras, una del Santo y otra de Blue Demon, como un regalo de un amigo mexicano que conoció en un torneo sudamericano de kick boxing, deporte que practicó en su juventud.
Estas máscaras las utilizaba para jugar y divertirse con su pequeña hija hace algunos años. Él era padre soltero y por motivos de su trabajo tenía muy poco tiempo para compartir con su hija. Así que el poco espacio que le sobraba trataba de aprovecharlo al máximo con ella.
Ahora, su hija vive con su madre en Colombia y los recuerdos de aquellos juegos y momentos felices lo motivaron a ir al estadio con la máscara de Blue Demon. Ese implemento se destruyó con el tiempo y el uso por lo que ahora tiene uno nuevo, hecho de cuero, con los colores de Independiente del Valle.
Las principales anécdotas con su traje las ha vivido con los niños. En todos los estadios del país los más pequeños se acercan a él para tomarse fotografías o mirarlo de cerca, algunos con una sonrisa y otros hasta con cierto miedo.
Uno de los recuerdos imborrables le ocurrió en Loja. El personal de seguridad del estadio Reina del Cisne no le permitió ingresar con la máscara. Luego de varios minutos de negociación accedieron a que ingrese pero con la condición de que periódicamente se retira el disfraz y mostrara su verdadera identidad ante las cámaras del escenario deportivo.
La máscara y su disfraz se han convertido en su sello personal. Son su cábala y su forma de alentar de una forma diferente al club de sus amores. Sueña con estrenarlos fuera del país.
Édgar Calderón nació el 15 de octubre de 1981.
Su padre solía llevarlo al estadio a mirar los partidos de Independiente en la época amateur.
Su proyecto es confeccionarse más máscaras con motivos ligados al equipo.
La frase
“No llega el momento de celebrar un título. Cuando esto ocurra se que será un sentimiento incomparable”.