Los seleccionados de Ecuador para la Copa Davis se preparan en las canchas del Guayaquil Tenis Club con el capitán Raúl Viver, En la gráfica están los jugadores (con raquetas) Emilio Gómez, Iván Endara, Roberto Quiroz, Gonzalo Escobar.
La última vez que Ecuador llegó al Grupo Mundial de la Copa Davis fue en el 2010, cuando Nicolás Lapentti era la primera raqueta del país. Desde entonces, el tenis nacional se quedó estancado en el grupo 1 de América, con pocas opciones de ascender.
Ahora se jugará una nueva serie, esta vez en el Guayaquil Tenis Club. Perú, que recientemente ascendió a esta instancia, será el rival de turno.
La selección la conforman Roberto Quiroz, Emilio Gómez, Iván Endara y Gonzalo Escobar. Promedian 26 años y ninguno ocupa puestos estelares en el escalafón ATP o ha participado en el cuadro principal de los cuatro torneos Grand Slam.
Según Andrés Gómez, esta selección está conformada por jóvenes que responden a un proceso de formación en torneos Cosat, Future y Challenger. “Se conocen bien, son amigos y eso ayuda a que el camerino sea tranquilo”, dijo.
A él le preocupa poco los siete años que Ecuador tiene fuera del Grupo Mundial en la Copa Davis. Según el ‘Zurdo de Oro’, estas series ayudan a que los deportistas pulan su técnica para mejorar en ‘ranking’ y en su rendimiento individual.
En el corredor del Guayaquil Tenis Club hay un camino de afiches a manera de ‘paseo de la fama’, con imágenes de tenistas ecuatorianos que se destacaron internacionalmente. Nicolás Lapentti, Andrés Gómez, Raúl Viver, Francisco Guzmán y Francisco Segura constan en el pasillo.
Roberto Quiroz, la primera raqueta de Ecuador para esta serie, tiene la presión de ser el sobrino de Gómez, quien fue uno de los tenistas más laureados del país. Lo mismo ocurre con el hijo del ‘Zurdo’, Emilio, segunda raqueta. “No creo que sea presión, más bien es una responsabilidad”, dijo Quiroz, cuando se le consultó sobre el éxito deportivo que cosechó su tío.
El tenista de 24 años se consolidó como el mejor ecuatoriano del 2016 en su especialidad, con tres títulos de individuales y cinco en dobles.
Francisco Guzmán, extenista ecuatoriano, reconoce que para Ecuador es difícil consolidar a generaciones exitosas en esta disciplina. Según él, la falta de masificación y el propio desdén de quienes practican el deporte, evita su crecimiento multitudinario.
“En mis tiempos dejábamos todo por el tenis, creo que ese amor por el deporte se ha perdido”, contó el deportista, que protagonizó la victoria de Ecuador sobre Estados Unidos, en la Copa Davis de 1967, con su triunfo sobre el favorito Arthur Ashe.
A su criterio, la intermitencia de los deportistas se debe a que dejan el deporte en un segundo plano. Guzmán cuenta que varios tenistas cumplen con los circuitos juveniles y luego optan por becas de estudios y se alejan de la práctica deportiva, a nivel profesional.
Ese fue el caso de Gonzalo Escobar, cuarta raqueta nacional, que recién en el 2014 retomó los torneos internacionales, tras finalizar su carrera universitaria en Estados Unidos. Con 28 años, el deportista nacido en Manta jugará su tercera Copa Davis.
“Esa intermitencia evita el desarrollo normal. Pero es entendible: según una estadística de la ITF solo 6% de los tenistas mundiales llegan a tener éxito en este deporte”, se lamenta Guzmán.
Gómez, por su parte, considera que esta incursión académica tiene un efecto positivo, porque forma parte del desarrollo integral del tenista.